Nueva Delhi, 25 jun (EFE).- La India conmemora este miércoles el 50º aniversario del día más oscuro de su historia democrática, la imposición de un Estado de Emergencia que silenció a la prensa, encarceló a la disidencia y suspendió las libertades fundamentales, dejando una cicatriz en la conciencia nacional.
El 25 de junio de 1975, alegando una «alteración interna», el Gobierno de la entonces primera ministra, Indira Gandhi, invocó la Constitución para asumir poderes extraordinarios.
De la noche a la mañana, la democracia más grande del mundo se transformó en una dictadura de facto.
En la práctica, la Emergencia supuso el arresto de más de 100.000 personas sin juicio. La censura de prensa fue casi total, en un episodio simbolizado por el diario The Indian Express, que un día publicó su página editorial completamente en blanco como un audaz acto de protesta.
Paralelamente, el hijo mayor de la primera ministra, Sanjay Gandhi, impulsó brutales programas de «embellecimiento» urbano que desplazaron a la fuerza a cientos de miles de personas y una agresiva campaña de esterilización forzada que afectó a millones.
Cincuenta años después, la memoria de aquel periodo es un campo de batalla político.
El Gobierno del primer ministro, Narendra Modi, ha ordenado conmemorar la fecha como el «Samvidhan Hatya Diwas» (Día del Asesinato de la Constitución).
«¡Fue como si el Gobierno del Partido del Congreso -la formación de Indira Gandhi- hubiera puesto bajo arresto a la democracia!», dijo Modi en X, quien en su juventud fue un activista clandestino de una organización prohibida durante la Emergencia.
El presidente del Partido del Congreso, Mallikarjun Kharge, reaccionó también a la fecha acusando al Gobierno de Modi de «intentar resucitar un tema del pasado».
«Aquellos que no tuvieron ningún papel en el movimiento de independencia de la India ni en la redacción de la Constitución son los que ahora hablan de ella», afirmó.
El régimen de excepción terminó cuando Indira Gandhi convocó elecciones en 1977, en las que sufrió una aplastante derrota frente a una coalición opositora.
Durante el último medio siglo, la Emergencia ha sido el baremo con el que la sociedad india mide la salud de su democracia, un fantasma que se invoca en cada debate sobre las libertades y el poder, y la prueba histórica de que la ciudadanía del país, en el momento decisivo, eligió la democracia por encima de la dictadura.