Claudia López quiere ganar la Presidencia para «arreglar desperdicio histórico» de Petro

La candidata a la presidencia de Colombia Claudia López habla durante una entrevista con EFE, en Bogotá (Colombia). EFE/ Mauricio Dueñas Castañeda

Bogotá, 26 sep (EFE).- Primera alcaldesa de Bogotá elegida por voto popular, exsenadora y hoy precandidata presidencial, Claudia López asegura en una entrevista con EFE que quiere gobernar Colombia a partir de 2026 para «arreglar el desperdicio histórico» que considera ha sido el Gobierno de Gustavo Petro.

López, de 55 años, hizo historia en 2019 al ganar la Alcaldía de Bogotá con el partido Alianza Verde y se convirtió además en la primera mandataria abiertamente homosexual de una capital latinoamericana.

Tras abandonar su partido y lanzarse como independiente, se embarcó en la gira ‘Imparables’, con la que recorre Colombia, una campaña en la que ha recogido más de 650.000 firmas para avalar su candidatura presidencial y espera llegar al millón antes de diciembre.

«Soy la hija de una maestra, soy una mujer hecha a pulso (…) y puedo decir con mucho orgullo que soy la única candidata en contienda que ha derrotado al tiempo al candidato de Petro, al de (el expresidente Álvaro) Uribe y al de (el exalcalde Enrique) Peñalosa», afirma sobre su victoria en las elecciones de 2019 para la Alcaldía.

«Esperaba más» de Petro

La candidata a la presidencia de Colombia Claudia López habla durante una entrevista con EFE, en Bogotá (Colombia). EFE/ Mauricio Dueñas Castañeda

López se muestra tajante en sus opiniones sobre Petro, por quien votó en dos ocasiones en el pasado: «Esperaba un mejor gobierno y lamento mucho que haya sido más que un cambio histórico, un desperdicio histórico», sostiene.

«El presidente Petro tuitea, bota (echa) a sus funcionarios cada cuatro meses, pelea hasta con la sombra. Propone acuerdos y los destruye al minuto, polariza y habla, habla y habla en vez de hacer», agrega.

También cuestiona decisiones del mandatario como abrir una mesa de diálogos con el Clan del Golfo, instaurada formalmente en Catar hace una semana entre el Gobierno colombiano y la mayor banda criminal del país, un paso que López define como «el reciclaje del narcoparamilitarismo con nuevo nombre».

«Me parece una vagabundería, para decir lo menos. Esa no es una mesa de paz, es una mesa para conseguirle votos al Pacto Histórico (coalición oficialista) a costillas de la inseguridad de la gente más humilde de Colombia», denuncia.

«Cárceles y plomo» para criminales

La candidata a la presidencia de Colombia Claudia López habla durante una entrevista con EFE, en Bogotá (Colombia). EFE/ Mauricio Dueñas Castañeda

López se mantiene en la órbita de la centro-izquierda pero deja claro que si llega a la Presidencia no mantendrá esas negociaciones y en cambio propone un endurecimiento de la lucha contra la delincuencia.

«Colombia necesita fuerza pública, tecnología y cárceles. Cárceles y plomo, todo el que les quepa a los criminales», asegura la exalcaldesa, que propone hacer distinciones entre delincuentes: «No se le pueden dar las mismas garantías judiciales al raponero que al narcotraficante. Eso es absurdo y lo voy a cambiar como presidenta».

En materia internacional, anticipa que, si gana las elecciones de mediados de 2026, su primera conversación será con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre la política de drogas, después de que ese país sacase la semana pasada a Colombia de la lista de naciones que cumplen con la lucha contra el narcotráfico.

«Usted está desesperado con el consumo y nosotros con la corrupción y la muerte que eso nos trae. Hagamos una nueva política contra las drogas, contra el terrorismo, contra el narcotráfico, contra el crimen organizado», afirma que le dirá.

Viraje en lo energético

Durante su paso por el Senado (2014-2018) y en la Alcaldía de Bogotá (2020-2023), López, entonces en las filas de los verdes, fue una férrea opositora al ‘fracking’, la criticada técnica de fracturación hidráulica para extraer gas y petróleo de formaciones rocosas profundas.

Lo calificó entonces de «práctica peligrosa», pero ahora admite un viraje en su posición: «En 2014 era una técnica relativamente nueva y con riesgos, pero hoy, después de un millón y medio de pozos en Estados Unidos y con tecnología probada, Colombia necesita gas barato y soberanía energética».

La precandidata sostiene que su objetivo es una transición energética «barata y justa», porque «la prioridad es sacar a la gente de la pobreza, no puede ser pagar gas tres veces más caro mientras importamos lo que podríamos producir».

En esa línea, insiste en que otra prioridad suya será resolver las necesidades más básicas de la población: «Casi el 20 % de los municipios de Colombia no tienen agua (…) eso le pasa a ocho millones de colombianos todos los días».

Para López, el país no está condenado a elegir entre dos polos: «Esa narrativa que le venden a los colombianos, de que estamos condenados a ser uribistas o petristas porque si no el mundo se acabó, es falsa y la elección presidencial del 26 lo va a demostrar», afirma.

«Las mayorías de Colombia no están por esos extremos, no están por ese saboteo que ni hace ni deja hacer. Están por gente decente, sensata, concreta, que ha resuelto sus problemas con resultados y sin corrupción», concluye.

Paula Cabaleiro