Colombia organizará el Día Mundial contra la Desertificación para ratificar su compromiso

El secretario ejecutivo para la Convención de Lucha contra la Desertificación de Naciones Unidas (UNCCD) Ibrahim Thiaw, en una fotografía de archivo. EFE/Sebastião Moreira

Redacción Medioambiente, 14 may (EFE).- El compromiso de Colombia por restaurar sus tierras a gran escala para mejorar los ecosistemas se ha visto subrayado por la decisión del país suramericano de organizar en Bogotá, el 17 de junio, el Día Mundial contra la Desertificación y la Sequía.

La Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (UNCCD, por sus siglas en inglés) ha anunciado la sede y señalado que con ello se destaca el objetivo de Colombia de “abordar la degradación de la tierra mediante soluciones basadas en la naturaleza”.

La celebración pretende llamar la atención sobre “la urgente necesidad de ampliar la restauración de tierras como catalizador de la sostenibilidad, la paz y el desarrollo inclusivo” y formará parte del Foro Mundial de la Tierra, organizado por el Gobierno de Colombia.

El lema de esta edición será “Restaurar la tierra. Abrir las oportunidades” e incidirá en el papel crucial de la tierra sana para el suministro de alimentos, agua, empleo y seguridad.

El 30 % de las tierras colombianas, afectadas

La degradación de las tierras afecta casi al 30 % del territorio de Colombia, unos 34,39 millones de hectáreas. Ante ello, las autoridades se han propuesto, con 2030 como horizonte, restaurar 100.000 hectáreas de tierras degradadas, conservar 22.000 hectáreas de bosque seco, expandir los sistemas agroforestales sostenibles y apoyar a las comunidades rurales mediante iniciativas específicas de restauración.

Ibrahim Thiaw, secretario ejecutivo de la UNCDDC, ha destacado al anunciar la sede que “la degradación de las tierras constituye una amenaza directa para la salud, la seguridad alimentaria e hídrica y la estabilidad de las sociedades”.

“Cuando perdemos tierras saludables, perjudicamos la nutrición, aumentamos el riesgo de enfermedades y exponemos a las comunidades a crisis climáticas y económicas”, ha añadido.

También Martha Viviana Carvajalino, ministra de Agricultura y Desarrollo Rural de Colombia, ha hablado de “un imperativo urgente” y ha dicho que su lucha se basará en tres pilares: “la conservación y restauración del suelo, sistemas agroalimentarios sostenibles, justos y resilientes y una mejor calidad de vida en las zonas rurales y urbanas”-

“Sin suelo fértil, no hay alimentos; sin alimentos, no hay paz”, ha agregado.

La degradación de la tierra, la sequía y la desertificación cuestan a la economía mundial aproximadamente 878.000 millones de dólares al año, según la Convención, que lamenta que “el ritmo y la escala de la restauración sigan muy por debajo de lo necesario”.

El Día Mundial de la Desertificación y la Sequía se celebra cada 17 de junio desde el año 1994.