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Comienza el tercer juicio al frutero de Valdeavero por agresiones sexuales a menores

Foto de archivo (14/11/2021).- Vecinos de Valdeavero se concentran en contra de la pederastia y para apoyar a las víctimas del frutero de Valdeavero, acusado de abusar sexualmente de menores. EFE/Fernando Villar

Madrid, 24 sep (EFE).- El que era frutero de la localidad madrileña de Valdeavero, conocido como el Toba, se sienta desde este miércoles en el banquillo en el que es su tercer juicio por presuntas agresiones sexuales a menores y en el que se le pide la pena más alta: 98 años por una decena de casos.

La Audiencia Provincial de Madrid tiene previsto celebrar este juicio durante tres días contra Cristóbal L.C., después de que en octubre del año pasado se suspendiera porque su letrada estaba enferma y no se pudiese reprogramar hasta casi un año después debido al elevado número de procesos que tenía pendiente el tribunal.

El acusado, que regentaba una frutería en Valdeavero, ya fue condenado en 2023 a 19 años de cárcel, a diez años de libertad vigilada y a no trabajar con menores durante 25 años, por corrupción de menores y agresión sexual a un menor. Por esa sentencia condenatoria ingresó en la cárcel, donde permanece.

Sin embargo, en febrero de 2024 fue absuelto, en otro juicio, de los delitos de abuso sexual por embaucamiento a menor de 16 años, corrupción de menores y exhibicionismo por los que estaba acusado.

Ahora se enfrenta al juicio por la causa más grave y mediática, por la que salieron a la luz las denuncias que había contra él, en la que está acusado de agresiones sexuales a una decena de niños menores de 16 años, conocidos de sus hijos, por exhibicionismo y provocación sexual.

La Fiscalía pide para él 98 años de cárcel por cinco delitos continuados de agresión sexual sobre menor de 16 años con violencia o intimidación (diez años cada uno), tres delitos continuados de abuso sexual sobre menor de 16 años (seis años cada uno) y dos delitos continuados de agresión sexual sobre menor de 16 años con acceso carnal cometido con violencia o intimidación (15 años cada uno).

En concepto de responsabilidad civil le reclama 154.000 euros para las diez víctimas.

La acusación particular, ejercida por el abogado Juan Manuel Medina, eleva la solicitud a 105 años de prisión.

Según el escrito de acusación del fiscal, el acusado residía desde 2004 en Valdeavero, donde desde 2018 regentaba una frutería. Vivía allí junto a sus dos hijos menores de edad que tenían un grupo de amigos con quienes jugaban en la plaza de dicha localidad, cerca del establecimiento.

El acusado se aprovechaba de la amistad de uno de sus hijos con esos chicos para tocarles los genitales, tanto en el comercio como en su casa, donde los pequeños acudían a veces.

No consta que los hijos del acusado tuvieran conocimiento del comportamiento de su padre.

El frutero estuvo privado de libertad por esta causa desde el 16 de diciembre de 2020 hasta el 18 de octubre de 2021 con la prohibición de entrar y residir en Valdeavero y de aproximarse a menos de 500 metros de los menores.