Comienzan a levantar órdenes de evacuación por el incendio del noreste nipón tras 10 días

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Tokio, 7 mar (EFE).- Las autoridades japonesas comenzaron este viernes a levantar las órdenes de evacuación establecidas por el incendio forestal declarado hace diez días en la ciudad de Ofunato, en el noreste del país, al considerar que el riesgo de propagación ha disminuido en algunas zonas.

La disminución del peligro de extensión del fuego permitió que se levantase la orden de evacuación para 957 personas de la urbe, situada en la prefectura de Iwate, mientras que se mantuvo por el momento para otras 3.639 personas o el 11 % de la población local.

Gracias a los esfuerzos de los bomberos y a las lluvias que tuvieron lugar en los últimos días, el fuego se ha debilitado, aunque las autoridades continúan alerta.

Es la primera vez que se levanta alguna de las órdenes de evacuación emitidas desde que comenzara el fuego el 26 de febrero.

Los bomberos continuaban hoy luchando contra el incendio desde tierra con ayuda de helicópteros de las Fuerzas de Autodefensa, en medio de un aviso de viento fuerte y tiempo seco en Ofunato.

Las llamas han quemado unas 2.900 hectáreas, en torno al 9 % del territorio de la localidad, principalmente terreno boscoso.

Hasta este viernes, 1.249 personas se habían refugiado en centros de evacuación públicos, mientras que otras 3.061 se habían desplazado a casas de familiares o conocidos, hasta que algunas pudieron empezar a regresar hoy a sus hogares, según las autoridades de la ciudad.

Se mantiene el balance de un fallecido y 84 viviendas y edificios dañados, las mismas cifras desde que comenzara el incendio forestal, ante la dificultad de evaluar exactamente la magnitud de los daños mientras el incendio continúa activo.

El mayor incendio forestal en el archipiélago japonés desde hace más de tres décadas estuvo propiciado por el ambiente seco en las zonas de la costa sur de Iwate desde finales del pasado mes, que se vio recientemente apaciguado por un frente de lluvias y nieve que ha ayudado a contener la propagación de las llamas.