Redacción Medioambiente, 1 jul (EFE).- Los países del centro y norte de Europa, inmersos como los del sur del Viejo Continente en una ola de calor desde el fin de semana pasado, recuerdan a la población la importancia de hidratarse, cierran escuelas o instalan espacios climatizados para hacer frente a unas sofocantes temperaturas a las que no están acostumbrados.
Las máximas han alcanzado los 41 grados en Francia, los 38 en Alemania o Bélgica y los 34 en Reino Unido, valores muy por encima de la media para la época del año.
Aunque estos días especialmente cálidos se resisten a remitir en amplias zonas del continente, los servicios meteorológicos anticipan una tregua, al menos en la costa atlántica europea, a partir del miércoles.
Hidratarse y usar ropa ligera
En el Reino Unido, la Agencia de Seguridad Sanitaria Británica (UKHSA, en inglés) ha solicitado a la población que evite hacer barbacoas en espacios verdes por peligro de incendios, así como que lleve ropa ligera y una botella de agua cuando viaje en transporte público.
En Polonia, con máximas que llegan hasta los 35 °C en algunas zonas, también se ha alertado a la población de los posibles riesgos y se han difundido recomendaciones.
El Centro de Seguridad del Gobierno (RCB) ha advertido a los ciudadanos, mediante el envío de mensajes SMS, de que el riesgo es mucho más elevado para las personas mayores, niños y personas bajo fuerte medicación, y les recuerda que, ante los primeros síntomas de deshidratación, deben pedir ayuda médica.
En Luxemburgo, el Ministerio de Salud y Seguridad Social instó a la población a beber agua regularmente, optar por comidas ligeras y ricas en agua y usar ropa ligera, entre otros.
Además, algunos municipios del país decidieron cerrar las escuelas el miércoles debido al pronóstico de altas temperaturas.
Cierre de escuelas y restricciones a la circulación
En Francia, donde se prevén alcanzar temperaturas de 41 °C, la Prefectura de Policía de París anunció restricciones a la circulación en la región de la capital para reducir la emisión de agentes contaminantes, ante el riesgo de que las altas temperaturas favorezcan las elevadas concentraciones de ozono.
De igual manera, unas 1.350 escuelas de todo el país han cerrado sus puertas total o parcialmente, frente a las 750 de la víspera.
La Administración de Bélgica, que no tiene previsto «cierres por calor extremo» en las escuelas, optó por formular consejos a los centros sobre cómo regular la temperatura con aires acondicionados y ventiladores, prevenir la deshidratación mediante acceso a agua potable, adaptar las actividades físicas a las altas temperaturas o concienciar a las familias sobre la protección solar.
Precaución en el trabajo y nuevas estrategias
En Alemania, donde las máximas se esperan de hasta 38 °C, el Ministerio de Sanidad ha hecho un llamamiento a las empresas del estado federado de Branderburgo para recordar que la protección contra el calor en el lugar de trabajo es obligatoria, lo que incluye asegurar una temperatura ambiente compatible con la salud, así como protección contra la luz solar excesiva.
Aunque más al sur, varias regiones de Italia, con Roma incluida, han emitido una ordenanza que prohíbe a partir de este martes trabajar al aire libre desde las 12.30 a las 16.00 horas, como consecuencia de la muerte de un hombre de 47 años que trabajaba bajo el sol en la construcción de una escuela.
Entre las estrategias para combatir el calor este verano de Viena (Austria) se encuentra el despliegue de más de 300 nebulizadores portátiles instalados en parques, plazas y zonas peatonales que emiten una fina bruma de agua que refresca y ofrece alivio durante las olas de calor.
El Ayuntamiento ha habilitado también ‘zonas frescas’ en varios distritos, espacios para descansar, con acceso a agua fría y con una temperatura estable de 24 °C.
En Bucarest (Rumanía) se han activado espacios de atención, ubicados en clubes de mayores y centros de salud, climatizados y atendidos por personal preparado que puede ofrecer asistencia en caso de emergencia.
Además, en distintos puntos de la ciudad se reparten gratuitamente botellas de agua en centros de hidratación, se ha habilitado un número de teléfono de emergencia para pedir ayuda o recibir consejos y en zonas concurridas están presentes ‘duchas refrigerantes callejeras’, dispositivos que pulverizan agua para refrescar a los transeúntes.