¿Cómo es la Casa Cornide por dentro? Los Franco muestran un inmueble vacío con olor añejo

Vista este lunes de la Casa Cornide, un inmueble de A Coruña propiedad de la familia del dictador Francisco Franco que ha sido declarado bien de interés cultural por la Xunta, en la segunda jornada de visitas. Se permite el acceso de cinco personas por turno de visita de una hora, los lunes, de 09:00 a 13:00 horas. La compra de la casa por parte de la familia Franco es objeto de litigio por el Ayuntamiento de A Coruña, que reclama su titularidad alegando que el proceso de cambio de titularidad en 1962 podría haber sido amañado. EFE/ Moncho Fuentes

Miguel Álvarez

Vista este lunes de la Casa Cornide, un inmueble de A Coruña propiedad de la familia del dictador Francisco Franco que ha sido declarado bien de interés cultural por la Xunta, en la segunda jornada de visitas. Se permite el acceso de cinco personas por turno de visita de una hora, los lunes, de 09:00 a 13:00 horas. La compra de la casa por parte de la familia Franco es objeto de litigio por el Ayuntamiento de A Coruña, que reclama su titularidad alegando que el proceso de cambio de titularidad en 1962 podría haber sido amañado. EFE/ Moncho Fuentes

A Coruña, 11 ago (EFE).- Han pasado 63 años desde la última vez que la Casa Cornide tuvo acceso público y ahora los Franco, obligados, muestran por dentro un inmueble vacío con olor añejo.

La Casa Cornide es un palacete situado en el centro de A Coruña y del siglo XVIII, ejemplo de la arquitectura residencial de la Ilustración en Galicia, que en 1962 pasó a ser propiedad de Carmen Polo y, por su matrimonio en gananciales, también del dictador Francisco Franco, tras haber sido patrimonio del Ministerio de Educación y luego del Ayuntamiento de A Coruña.

Con la llegada del mes de agosto, la familia Franco han empezado el calendario de visitas obligatorio como Bien de Interés Cultural (BIC) -gratuitas y al menos cuatro días al mes-, por cuyo incumplimiento hasta el momento ya han tenido una sanción de 3.000 euros de la Xunta.

En esta segunda jornada de visitas, EFE ha podido acceder al interior del edificio, dentro de un grupo de cinco personas, con la toma de material gráfico prohibido expresamente.

Con total puntualidad, ha empezado el recorrido por el vestíbulo, donde está una escultura en piedra de Santiago peregrino y una placa pétrea de la Virgen María junto a Santa Catalina y Santa Bárbara, elementos que no son originales de la Casa Cornide y cuyo origen situaron en el medievo los expertos que acudieron en la primera jornada de visitas.

En la planta baja todas las ventanas están enrejadas, tanto en el lado sur del edificio, donde hay un salón, dos habitaciones -una con vestidor- y dos baños, como en el norte, donde hay una escalera original en piedra, que sube hasta la segunda planta junto con un ascensor instalado en una de las reformas.

También en el vestíbulo se observan dos repisas de piedra con sendas inscripciones de vírgenes que, sin embargo, solo tienen encima el hueco que debieron ocupar las tallas.

En el resto del edificio ya no se ve ninguna figura ni ningún elemento más allá de muebles de almacenamiento totalmente vacíos y los accesorios sanitarios de los baños.

El piso principal cuenta con un salón dividido en tres dependencias -las dos laterales con moqueta-, una gran lámpara colgante de araña y una chimenea de mármol rojo ornamental, todo junto al balcón que se ve desde el exterior en la fachada principal, con vistas a la Colegiata de Santa María.

Una cocina con despensa, dos habitaciones, una de ellas con vestidor, y dos baños completan la distribución de esta planta, que cuenta en algunas de sus puertas con arcos Tudor de piedra sobre las molduras.

Por encima, el piso superior cuenta con otras dos dependencias en formato salón, con una chimenea que tiene tiro, una cocina, cuatro habitaciones -otra con vestidor-, y tres baños más.

En una ampliación llegó el ático, cuyo suelo en una parte es traslúcido para permitir iluminación natural en la planta anterior, y cuenta con una lavandería, varias dependencias que podrían haber sido despensas, dos habitaciones, dos baños y una terraza orientada al sur, con vistas a la plaza de Azcárraga.

Es una constante en toda la Casa Cornide el uso del papel para las paredes, en múltiples versiones, y de distintos azulejos para los baños, desde los motivos heráldicos con águilas, leones y escudos -que también decoran una cocina-, a los tonos rosas, a través de una amplia gama.

Así que la casa ya está abierta para visitas como establece la normativa -aunque solo los lunes de 9 a 13 horas-, por lo que el único frente que queda por abordar es el del Ayuntamiento de A Coruña, que hace años anunció una ofensiva judicial para revertir la venta del inmueble en 1962 y recuperar el bien para el patrimonio público, para lo que todavía está elaborando la demanda.