A Coruña, 3 jul (EFE).- Una comunicación inmediata y con pruebas es la mejor vía para reclamar por el brote de salmonela vinculado a un festival celebrado en Oza-Cesuras (A Coruña) con más de un centenar de casos, según ha explicado a EFE el abogado Pablo Romero.
Unas tortillas vendidas en el Trasan Fest son el denominador común de los afectados por el brote de salmonela, que suma 45 ingresados, y ahora se abre la posibilidad de que estas personas reclamen por lo ocurrido.
¿Cuál es el primer paso?
«Lo primero es recabar pruebas. A los primeros síntomas, hay que ir directamente al médico para obtener un informe y evitar que en el futuro nadie diga que pudo tener otro origen. Después, hay que reunir todas las pruebas y los informes médicos», detalla Pablo Romero, de Xeito Abogados.
Hay que unir a esto los recibos de compra, quienes los guarden, o el cargo en las tarjetas bancarias, que sirven para «probar que has comprado y consumido».
También es importante recabar toda la información posible sobre lo ocurrido, para lo que está habilitado un contacto en Sanidad.
¿A quién se dirige la reclamación?
Tras el inicio de la investigación por parte de la Xunta y de la organización, esta última ha habilitado un teléfono y un correo electrónico para abordar el caso.
«Es necesario enviar inmediatamente una reclamación que indique los datos de la persona, que explique qué ha consumido en el festival y que tiene informes médicos sobre su intoxicación. Debe pedir también hoja de reclamaciones», prosigue.
¿Se puede acudir directamente al juzgado?
No, puesto que «la nueva ley establece la necesidad de una mediación previa», lo que obliga a iniciar los trámites en Consumo.
Esto puede realizarse con la simple entrega de la hoja de reclamaciones en Consumo, que inicia las actuaciones a partir de ella.
¿Es posible una demanda civil?
Después de esa mediación previa, la vía civil es la más probable a nivel judicial: «Es posible demandarlos por daños y perjuicios», añade Pablo Romero.
En concreto, detalla la posibilidad de reclamar los días de baja, los gastos médicos, los desplazamientos y otros gastos derivados de la situación, como por ejemplo los cuidados de un familiar si fue necesario contratar a una tercera persona mientras duraban los síntomas.
¿Está abierta la vía penal?
En los casos más graves «se puede considerar que es un delito contra la salud pública» y, a partir de ahí, plantear una denuncia contra la organización.
La vía penal implicaría penas de prisión y multa para los responsables, si bien se limitaría a aquellas personas que vivieron situaciones de extrema gravedad.
En cuanto a la responsabilidad, sería de los encargados de la elaboración de las citadas tortillas, si bien habría responsabilidades civiles subsidiarias de los organizadores.