Confirman cómo la actividad humana influye en el comportamiento de las nutrias

Imagen de fototrampeo de una nutria en el río Órbigo (León) . Crédito: V.Pentari/ MNCN

Madrid, 24 sep (EFE).- Las nutrias Lutra Lutra modifican sus hábitos en función de las características ambientales en las que viven, pero también según la presencia del ser humano en su entorno, según un estudio desarrollado en una docena de ríos de Asturias, León y Madrid.

La investigación liderada por le Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN) y que publica Animal Behaviour indica que es una prueba más de que la actividad humana ha pasado a ser un factor fundamental en los cambios de comportamiento de la fauna.

El equipo seleccionó una docena de ríos en los que tomaron, durante dos años, 6.935 grabaciones con cámaras de fototrampeo para poder analizar más de mil grabaciones de nutrias.

La presión humana se refleja en el hábitat de las nutrias a través de las infraestructuras que rodean los ríos donde viven, la agricultura y la pesca.

Las grabaciones han permitido comprobar que la presencia de personas durante la temporada de pesca provoca que las nutrias se vuelvan más nocturnas”, explica el investigador del MNCN Vincenzo Penteriani, citado por el MNCN.

Los investigadores seleccionaron tramos medios de los ríos para las grabaciones, en altitudes de entre 200 y 1.000 metros en Asturias y León y de 600 y 1.200 en Madrid.

El estudio también señala que los momentos más activos de las nutrias se producen durante la puesta y la salida del sol y que, en los ríos más anchos y con mayor cantidad de vegetación, se vuelven más confiadas reduciendo su actividad nocturna respecto a las zonas con menor vegetación.

“Posiblemente, el refugio que les proporciona la cobertura vegetal, sea el motivo de estas diferencias”, considera el investitgador.

Los hábitos nocturnos de estos depredadores de costumbres semi acuáticas ya se conocían por otros estudios, pero ahora han comprobado que un mundo donde las viviendas, infraestructuras y actividades recreativas humanas invaden cada vez más las áreas naturales obliga a la fauna a modificar su conducta.

Lo que se desconoce es, agrega Penteiani, «cómo pueden afectar estos cambios a nivel de dieta, uso del espacio, éxito reproductivo y, en definitiva, en la conservación de esta especie”.

En la investigación participaron, entre otros, el Instituto Mixto de Investigación de la Biodiversidad (IMIB); las universidades de Granada, Autónoma de Madrid, Tecnológica de Puebla (México) o la Universidad La Sapienza de Roma.