Madrid, 30 sep (EFE).- La Audiencia Nacional ha confirmado el procesamiento a cuatro presuntos integrantes del grupo que perpetró el atentado contra el exvicepresidente del Parlamento Europeo Alejo Vidal-Quadras, que recibió un disparo en la cara cerca de su casa de Madrid, el 9 de noviembre de 2023, lo que le dejó herido de gravedad.
En cuatro autos, la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal rechaza los recursos de Larbi Ayari, Greg Oliver Higuera Marcano, Nafis Nin y Adrián Blanco contra el auto de procesamiento dictado por el juez instructor Santiago Pedraz el pasado 9 de julio por delitos de pertenencia a organización criminal y tentativa de asesinato terrorista.
En dicha resolución, Pedraz procesó también a otras cuatro personas, entre ellos el supuesto autor material de los disparos, Mehrez Ayari, quien no ha recurrido el procesamiento, así como a Sami Bekal, en paradero desconocido y presunto coordinador del atentado y enlace directo entre los que dieron la orden de asesinar a Vidal-Quadras y los investigados encargados de su ejecución.
Pedraz consideró a los ocho procesados integrantes de un grupo organizado que perpetró por encargo el atentado, motivado por su «oposición al régimen iraní».
Al resolver los recursos, la Sala considera que los indicios existentes en la causa son suficientes para confirmar los procesamientos.
Esos indicios, indica, se derivan de las diligencias policiales y judiciales practicadas, entre las que destacan las entradas y registros, las intervenciones telefónicas, las declaraciones testificales y las solicitudes de auxilio judicial cursadas a Países Bajos, Francia Italia, Polonia, Portugal, Reino Unido, Colombia y Bélgica.
Para el Tribunal, de lo actuado se concluye la posible implicación de los procesados como miembros de una célula afín a la causa República Islámica de Irán.
El político recibió un disparó en la cara cerca de su casa, en plena calle de Madrid, el 9 de noviembre de 2023, que le dejó herido de gravedad. El autor, que portaba un casco, huyó a Portugal y acabó detenido en Países Bajos.
Los procesados, según el juez, recibieron el encargo de acabar con la vida de Vidal-Quadras de «personas desconocidas» como venganza por su actividad política en favor de la resistencia iraní, y para avisar al gobierno de España y a la Unión Europea de que no debía dar cobijo a los movimientos de dicha resistencia calificados por el régimen como terroristas.
El juez individualiza en su auto las conductas que atribuye a cada procesado, desde la «elaborada preparación» del atentado con la adquisición de una moto en Madrid tras una reunión previa en Málaga, el alquiler de coches donde se instalaron dispositivos de vigilancia en Torremolinos, la adquisición de móviles, o la propia ejecución del atentado.