Conrad Blásquiz: “Labordeta era cercano, directo y con una política pegada a la tierra”

El periodista Conrad Blásquiz ha presentado 'José Antonio Labordeta: diputado del pueblo'. EFE archivo ( 07/04/2025)/Javier Cebollada

Zaragoza, 19 abr (EFE).- El periodista Conrad Blásquiz presenta el libro ‘José Antonio Labordeta: diputado del pueblo’, con motivo del 25 aniversario de la entrada del cantautor aragonés en el Congreso de los Diputados, y con el que, como explica en una entrevista con EFE, homenajea a un político (1935-2010) “cercano, directo y con una política pegada a la tierra” que consiguió dejar huella.

PREGUNTA: Se han hecho muchas novelas, documentales y reportajes sobre José Antonio Labordeta. ¿En qué se diferencia este libro?

RESPUESTA: Aunque mucho en Labordeta era política, es cierto que hasta ahora no se había recopilado en un libro, ni se le había hecho del todo justicia. El gran público solo lo recuerda por el conocido ‘a la mierda’, que pronunció en el Congreso, pero Labordeta fue mucho más, al igual que fue más que un presentador o un poeta. Era un gran político con una visión muy clara, y este libro analiza su trayectoria a través de quienes compartieron camino con él para entender cómo entendía y vivía la política.

P: ¿Cómo fue el proceso de documentación?

R: Quería hacer un libro que mostrara al Labordeta cotidiano. Empecé hablando con su familia, en especial con su hija Paula, con quien convivió ocho años en Madrid. Me ayudó a reconstruir su día a día: a qué bares le gustaba ir, cómo paseaba o qué le molestaba. Luego me centré en su etapa política. Paco Pacheco, su mano derecha en el Congreso, me describió su rutina. Revisé sus discursos y hablé con voces que lo conocieron. Primero escuché, sin ideas preconcebidas, tal como él nos enseñó. Y, una vez transcritas las entrevistas y analizados sus textos, comencé a escribir.

P: En Aragón es una figura esencial ¿Sintió presión a la hora de enfrentarse a su historia?

R: Da vértigo acercarse a alguien tan querido, pero también tenía claro que hacía falta este libro. Llevaba años pensando en él. Era necesario rendir homenaje a un hombre que hizo más accesible y comprensible la política y, aprovechando que se cumplen 25 años de su entrada al Congreso, me pareció el momento perfecto.

P: ¿Qué lecciones dejó Labordeta en el Congreso de los Diputados?

R: Humanizó la política. Tenía una enorme capacidad de diálogo, incluso con quienes lo despreciaban. Su despacho en el Congreso siempre estaba abierto. Él sentía que se debía a su tierra, tanto a quienes lo votaron como a quienes no. Y esa voluntad de escuchar e intentar actuar aun con el poco margen que tenía fue una de sus grandes lecciones. Nos enseñó que la política es diálogo, negociación y consenso, y que, incluso con un solo escaño, se puede influir.

P: ¿Cómo definiría su forma de hacer política?

R: Era humano, directo y pegado a la tierra. Hacía una política clara, sin rodeos. Al formar parte del grupo mixto, solo tenía uno o dos minutos por intervención, pero sabía aprovecharlos. Les preguntaba a los ministros: “¿Han ido ustedes alguna vez a Teruel? Si no han ido, vayan para que vean lo que es ir en tren hasta ahí”. Usaba un lenguaje cercano pero culto. Atraía la atención de todo el hemiciclo. Sus discursos eran maravillosos. Unos le veneraban y otros le intentaban ridiculizar, pero sus palabras no caían en saco roto y eso era lo realmente importante.

P: ¿Cree que un político como él tendría cabida en la actualidad?

R: Hoy en día no hay políticos de la clase y la altura de Labordeta. El Congreso de los Diputados se ha convertido en una trinchera donde unos y otros se insultan y se lanzan improperios, y donde se habla más para las redes sociales, que para los ciudadanos. Así que, ahora triunfaría justamente por su lenguaje, por su autenticidad y modestia. Sería un muy buen parlamentario que contrastaría con la mediocridad que hay ahora.

P: Como dicen sus versos, soñaba con una tierra de libertad. ¿Cree que cumplió ese sueño? ¿Es posible lograrlo acaso?

R: Cuando entró en política, él creía que era posible. Y aunque no lo consiguió, dejó huella. Se remangó, se mojó, y dentro de sus posibilidades, logró cambios. No obstante, se fue muy cansado y defraudado del Congreso. Con 65 años, cuando podía haberse jubilado y dedicarse a la poesía, Labordeta siguió, porque creía que era su manera de influir. Al llegar, se encontró con un sistema lento, con mayoría absoluta del PP, y con una oposición sin peso. Sentía que había un muro inquebrantable donde lograr cambiar una coma de un proyecto de ley, era poco menos que un milagro.

P: ¿A quién le gustaría que llegara este libro?

R: Llegar a los jóvenes sería un sueño. En Aragón es muy querido, así que cuantos más lo conozcan y lean, mejor. Pero me gustaría dejar el mensaje de que hay otra forma de hacer política, más dialogante, más humana. Por desgracia, los grandes oradores parecen cosa del pasado. Pero este libro es un intento de rescatar esa otra política, la del buen parlamentarismo. Y también una llamada a los ciudadanos para no dar la espalda a la política. Al contrario, tenemos que exigir que cambie.

Pilar Bernal Zamora

El cantautor José Antonio Labordeta. EFE archivo ( 21/01/1994)/Toni Garriga