Berlín, 13 mar (EFE).- Los partidos del bloque conservador integrado por la Unión Cristianodemócrata (CDU) y su hermana bávara Unión Socialcristiana (CSU), ganadores de las elecciones generales alemanas, iniciaron oficialmente este jueves las negociaciones para formar una coalición de Gobierno con el Partido socialdemócrata (SPD).

Con 16 grupos de trabajo compuestos por 256 políticos de CDU/CSU y SPD, conservadores y socialdemócratas buscan avanzar, con una reunión que comenzó a las 17.00 GMT, en la formación de una nueva ‘gran coalición’, después de que el pasado fin de semana presentaran un acuerdo básico rubricado en un documento de once páginas.
Tras las negociaciones exploratorias ha trascendido que conservadores y socialdemócratas difieren en cuestiones como la subida del salario mínimo a 15 euros la hora, una idea del SPD, o las llamadas “devoluciones en caliente” de migrantes irregulares en las fronteras de Alemania con sus países limítrofes, que anhela la CDU/CSU.
El plan migratorio de la ‘gran coalición’ es uno de los puntos más protestados estos días por oenegés pro-derechos humanos, como Amnistía Internacional (AI), organización que movilizó este jueves en Berlín a un grupo de manifestantes frente a la Casa Konrad Adenauer, sede de la CDU, donde también se manifestó Greenpeace.
Las negociaciones, de las que conservadores y socialdemócratas esperan resultados en unos diez días, tienen lugar en un clima de trabajo riguroso, pues tanto CDU/CSU como SPD se comprometieron a no informar sobre el transcurso de las negociaciones, cuyo contenido permanecerá en secreto hasta la conclusión de las deliberaciones.
Negociaciones, al detalle
Las citas de los negociadores, cuyos grupos funcionan de forma autónoma, están regladas al detalle, con horarios comprendidos por regla general entre 10.00 GMT y 16.00 GMT.
Hasta el próximo domingo, los presidentes de los grupos de trabajo tendrán que elaborar un orden del día además de identificar los posibles puntos conflictivos.
El texto que escriban los grupos deberá ser homogéneo, aunque cuando haya disparidad ésta se mostrará en el escrito en rojo cuando corresponda a una propuesta del SPD, y en azul cuando sea una idea de los conservadores, según la publicación ‘Politico’.
Los partidos también han fijado hasta el tamaño -11- y el tipo de letra -negrita y tipografía Calibri- para redactar sus documentos de trabajo.
El objetivo de Friedrich Merz, aspirante a canciller de la CDU/CSU, es ser el nuevo jefe del Gobierno el día 23 de abril.
Unidos para reformar el freno de la deuda
Conservadores y socialdemócratas, que acordaron en sus negociaciones exploratorias aumentar el endeudamiento del país para hacer frente a las necesidades de rearme y de infraestructuras, están condicionados por lo que se decida en una sesión extraordinaria de la Cámara Baja del Parlamento o ‘Bundestag’.
CDU/CSU y SPD pretenden conseguir la aprobación el próximo martes de tres reformas constitucionales para aumentar el gasto en defensa y en infraestructuras.
Para ello, quieren, entre otras cosas, modificar el freno de deuda anclado en la Constitución germana que establece un límite de endeudamiento del Estado 0,35 % del PIB anual.
Los partidos de la ‘gran coalición’ también quieren hacer posible que los estados federados tengan más margen de maniobra para endeudarse, pues las administraciones de esas regiones tienen prohibido cualquier déficit estructural desde 2020.
Mano tendida a Los Verdes
Para aprobar esas reformas, los conservadores y socialdemócratas necesitan una mayoría de dos tercios, por lo que buscan el apoyo de Los Verdes en la Cámara Baja, donde aún está vigente la configuración parlamentaria salida de las elecciones de 2021 hasta la constitución del nuevo bundestag el próximo día 25.
Los ecologistas han planteado condiciones para dar su apoyo a las reformas, pues quieren que la protección climática esté más presente en unos planes de CDU/CSU y SPD “insuficientes” según recalcó este jueves en el primer debate parlamentario Katharina Dröge, copresidenta del grupo parlamentario de Los Verdes.
Sin embargo, ella misma tendió una mano a conservadores y socialdemócratas.
“Estamos dispuestos a acordar con ustedes una reforma del freno de la deuda”, dijo Dröge en el pleno extraordinario, una cita en la que Merz propuso sin lograr convencer a Los Verdes el trasvase de 50.000 millones del presupuesto extraordinario a un fondo para la lucha contra el cambio climático.
También separa a Los Verdes de conservadores y socialdemócratas su deseo de que todos los gastos en defensa que superen el 1,5 % del PIB puedan ser financiados sin estar sujetos al freno de deuda.
CDU/CSU y SPD han acordado que el porcentaje sea de un 1 %.