Tokio, 11 mar (EFE).- Productos españoles como conservas, sidra, snacks y aceitunas, además de otros más tradicionales como aceites, vinos y carne de cerdo, protagonizan el pabellón español en el 50 aniversario de Foodex, la mayor feria de alimentación y bebidas del continente asiático, que arrancó este martes en Tokio y finaliza el próximo viernes.
Además de los productos tradicionalmente relacionados con la gastronomía española, entre las más de 80 empresas que han acudido al evento de la mano de ICEX se encuentran algunas dedicadas a otros “más interesantes” como dulces, chucherías, ginebras, fireball (whisky y canela), conservas, snacks de diferentes tipos, aceitunas e incluso tinta de calamar, explicó a EFE David Marcos, técnico de la sección comercial de la Embajada de España en Japón.
Con ellos se intentan derribar barreras y dar a conocer productos que desde Japón no se relacionan con la gastronomía de España, como es el caso de los “productos ‘plant based’ o los bajos en azúcares añadidos, por lo que se lleva a cabo una labor de posicionamiento en sectores más nuevos y con mayor valor añadido”, señaló Marcos.
Asimismo, el pabellón cuenta con la presencia de empresas dedicadas a la producción de aceite de oliva, quesos, vino o carne de cerdo, productos relacionados más habitualmente con España.
Hay numerosas empresas de aceite de oliva de todos los tamaños, a pesar de que en Japón este producto también ha experimentado un aumento de precio en los últimos tiempos, al igual que ha ocurrido en España. Sin embargo, “las ventas no han cambiado porque no es un producto mayoritario de uso habitual, es un producto gurmé para los japoneses”, explicó Marcos.
En cuanto a los vinos, España es el cuarto país que más vino exporta a Japón -tan solo por detrás de Chile, Francia e Italia-, aunque es un producto que “continúa descubriéndose” y que puede tener mayor presencia en el mercado nipón porque “España llegó tarde a la apertura del país asiático tras la II Guerra Mundial”, añadió.
Marcos resaltó la importancia de estar presentes en este mercado para no volver a los tópicos de que el producto español es más barato y con menor valor añadido.
Por delante de todos los mencionados, el producto español que más se vende en el país asiático es la carne de cerdo blanco, cuyas exportaciones a Japón en 2023 alcanzaron un valor de 603,1 millones de euros, lo que supuso un aumento del 13,2 % respecto a 2021.
Hay otros alimentos españoles muy típicos, como los quesos, que también están presentes en Foodex, pese a que su consumo en Japón es pequeño porque “les parecen muy fuertes” de sabor, por lo que traen unos “básicos” que son los que mejor viajan y han sido elegidos por los clientes del Consorcio de Quesos Tradicionales de España, la asociación encargada de hacer una sola oferta conjunta de los quesos españoles en el exterior, señaló por su parte Mikel Martiarena, productor de queso Idiazabal.
Riquísimo, la puerta de entrada de empresas familiares españolas a Japón
Frente a las grandes empresas con departamentos dedicados exclusivamente a la exportación, las compañías familiares de mediano tamaño encuentran más difícil acceder a mercados internacionales lejanos y complejos como el japonés o el tailandés, por lo que la firma intermediaria Riquísimo se dedica a ayudar a esas empresas a acceder a estos mercados.
Este es su tercer año consecutivo en Foodex y mientras que los dos anteriores estaban ubicados en la sección internacional, cerca del pabellón español, porque buscaban importadores para sus productos; este 2025 están en busca de distribuidores que hagan crecer la red de sus clientes españoles en Japón, entre los que se encuentran Jamones Belloterra, Conservas Dani o Pastas Gallo, además de una gran selección de vinos.
“El concepto de la gastronomía española en Japón es diferente al que tenemos en España”, explicaron desde Riquísimo, por lo que su misión es potenciar la gastronomía de España a través de productos de calidad que realmente representan la comida y la bebida tan características del país.
A diferencia de países como Francia o Italia, que han creado una imagen de marca de su gastronomía asociada a un producto de calidad, es algo que no ocurre con los que proceden de España. “Tienen asociada la gastronomía española como algo barato, por lo que hay que trabajar para posicionar nuestra gastronomía donde realmente está, entre las mejores del mundo”, añadieron.
En los últimos años la apertura del mercado nipón a los productos internacionales es evidente. Sin embargo, la reciente depreciación del yen, la divisa local, dificulta la entrada de algunos productos de precio más elevado e incluso ha ocasionado que se paralicen determinadas operaciones, aunque no es lo habitual.
Sara Rodríguez Pachón