Ankara, 18 ago (EFE).- Más de 1.200 bomberos turcos han logrado controlar a primera hora de este lunes el incendio forestal en la histórica península de Galípoli, cerca del Estrecho de los Dardanelos, en la provincia turca de Çannakale.
«Continúan las labores de enfriamiento en la región», informó el ministro de Agricultura y Silvicultura de Turquía, Ibrahm Yumakli, tras comunicar que gracias a la lucha de los bomberos durante la noche se pudo poner bajo control el fuego.
En su breve comunicado, publicado en redes sociales, el ministro aseguró que los monumentos y cementerios «en la histórica península no se vieron afectados».
Según el diario Hürriyet, casi 1.300 bomberos, apoyados con 373 vehículos terrestres, 16 excavadoras, 12 aviones cisterna y 18 helicópteros participaron en el combate de este incendio que amenazaba los lugares históricos relacionados con la batalla de Galípoli (1915-1916).
En esa contienda, las fuerzas otomanas rechazaron una ofensiva del Reino Unido y Francia para hacerse con el control del Estrecho de los Dardanelos.
Declarado en la tarde del pasado sábado, el incendio se expandió rápidamente, impulsado por fuertes vientos, se extendió por una amplia zona, tal y como muestran imágenes tomadas por drones que publican hoy los medios, mientras por el momento no hay una estimación de las hectareas de vegetación calcinadas.
Los residentes de seis aldeas que habían sido evacuados por precaución han comenzado a regresar a sus hogares.
Una mayor humedad, temperaturas más templadas y vientos más moderados favorecieron también la lucha contra este y otros incendios, como el que se desató el domingo en el distrito de Imamoglu, en la sureña provincia de Adana, que pudo ser controlado tras ocho horas de esfuerzos por 182 personas, 2 aviones cisterna, 6 helicópteros, 34 vehículos terrestres y maquinaria de construcción.
Según la Dirección General de Silvicultura, entre el 1 de enero y el 17 de agosto, se declararon en Turquía un total de 5.231 incendios, de ellos, 2.239 en zonas boscosas, y 2992 fuera de ellas.
En total, calcinaron unas 64.500 hectáreas.
Las autoridades turcas han instado a la población a evitar todo lo que pueda desatar el fuego, tras constatar un número considerable de incendios provocados por colillas de cigarrillos tiradas al borde de carreteras.
Asimismo, fuegos iniciados en vehículos por averías en los motores se han extendido a zonas forestales, según alertó la Dirección General Forestal.