Javier G.Paradelo
Torrelavega (Cantabria), 5 jun (EFE).- El parque de Las Tablas de Torrelavega (Cantabria), que fue vivero experimental de la química Sniace (cerrada en 2020) desde mediados del siglo pasado, está a un mes de iniciar su radical regeneración para pasar a ser el segundo pulmón verde de Torrelavega después de La Viesca, superando décadas de abandono.
Este área periurbana, degradada en la zona inundable de la cuenca de los ríos Saja-Besaya, de cerca de 12.000 metros cuadrados, es una tabla fluvial -zona de desbordamiento del agua en la confluencia de dos corrientes de agua- conocida de manera popular como ‘El patatal de Sniace’.
Su regeneración forma parte del proyecto «Torrelavega, conexión natural», supondrá cerca de dos millones de euros de inversión y cuenta para ello con ayudas europeas de la Fundación Biodiversidad, del Ministerio para la Transición Ecológica, y de entidades como SEO-Birdlife.
La iniciativa busca recuperar espacios naturales degradados y crear nuevos ecosistemas, asentando la biodiversidad propia de la zona, el control de especies invasoras, la mejora del acceso desde la ciudad y la intervención en la mejora ecológica de otros parques urbanos.
Seis humedales de 4.000 m2
La regeneración contempla actuaciones para recuperar el hábitat original previo a la fase de vivero experimental con plantaciones de flora de ribera, y la creación de seis humedales que suman unos 4.000 metros cuadrados para asentar fauna autóctona.
La última fase de este proyecto contemplaría la mejora de la accesibilidad con el acondicionamiento de la actual red de caminos y con la creación de otros para que los ciudadanos puedan recorrer todo el entorno y disfrutar de sus atractivos.
La presentación de las actuaciones ha contado este jueves con la presencia de la delegada del Gobierno en Cantabria, Eugenia Gómez de Diego; el alcalde de Torrelavega, Javier López Estrada; la concejal de Medio Ambiente, Patricia Portilla; y representantes de diversos colectivos sociales.
Mirador sobre los árboles y embarcadero
Como elementos icónicos del proyecto, se prevé la construcción de un mirador elevado sobre las copas de los árboles, la integración de un embarcadero junto al río que permita las actividades deportivas acuáticas y una pasarela elevada.
Según los técnicos, el parque de Las Tablas es un espacio que atesora hasta 50 especies de aves como el martín pescador, la garceta común o la garcilla cangrejera; 19 de mamíferos, de las que 9 especies lo son de murciélagos con distintas figuras de protección; y también una variada fauna piscícola.