Correísmo sufre nueva pérdida en el Parlamento de Ecuador y revela enfrentamiento interno

Fotografía de archivo del expresidente de Ecuador Rafael Correa (2007-2017). EFE/ Miguel Gutiérrez

Guayaquil (Ecuador), 10 jul (EFE).- La asambleísta Jhajaira Urresta se convirtió este jueves en la nueva baja de la bancada parlamentaria del correísmo, que se suma a las cuatro salidas previas que la fuerza de izquierda ha tenido tras las elecciones del pasado 9 de febrero.

Urresta, una de las caras más visibles del correísmo durante los últimos años en la Asamblea Nacional (Parlamento) de Ecuador, anunció este jueves su salida de Revolución Ciudadana (RC), el partido que lidera el expresidente Rafael Correa (2007-2017) en medio de señalamientos de «traición» por parte de la excandidata presidencial Luisa González.

En su cuenta de X, Correa vaticinó posibles nuevas salidas en su formación al señalar que tras la renuncia de Urresta «tal vez vengan más», pero que están «listos» para ello.

«Seremos menos, pero seremos más», añadió el exmandatario, cuyo partido empezó la período 2025-2029 siendo mayoría, con 67 asambleístas frente a 66 del partido oficialista Acción Democrática Nacional (ADN) del presidente Daniel Noboa, pero que poco a poco ha empezado a menguar.

La salida de Urresta se dio en medio del cuestionamiento que Sergio Peña, otro legislador que salió de la RC recientemente, hizo a Luisa González como presidenta del partido, a quien acusó de tomar una postura «tibia» frente a una denuncia por violación hacia el ahora también exasambleísta del movimiento Santiago Díaz.

Díaz fue denunciado en esta semana por ser el supuesto autor de una violación a una menor de 12 años, y después de que se hizo público ese hecho, la Revolución Ciudadana lo expulsó del movimiento.

Sin embargo, en un mensaje de su cuenta de la red social X, Peña tildó a González de «traidora», por supuestamente no defender a la víctima, que sería hija de una de sus colaboradoras, una publicación en la que también afirmó que la presidenta de la RC le habría dicho «tuerta de mierda» a Urresta durante unas conversaciones con otra persona.

Urresta, que perdió un ojo durante las protestas que vivió Ecuador en 2019, aseguró este jueves que se comunicó con González para pedirle explicaciones sobre esos mensajes, pero que la respuesta de la presidenta del partido «fue aún más desconcertante».

«Quiero preguntarle, señora Luisa González, ¿de esta manera usted trata a las mujeres, a sus compañeras que hemos dejado la vida en las calles por los ecuatorianos? ¿Así usted se refiere a las mujeres que vivimos con una discapacidad?», se preguntó Urresta.

«¿Esta es la sensibilidad política y humana con la que usted pretende liderar la Revolución Ciudadana y pretendió ser presidenta de la República?», se siguió cuestionando la asambleísta en los pasillos del Parlamento frente a medios locales.

«La prepotencia y la displicencia de las que fui objeto demuestran el poco respeto a mi trayectoria dentro del movimiento y a la lucha que he realizado durante toda mi vida», agregó en un comunicado la asambleísta, que se declaró como independiente.

González, por su parte, desafió a Urresta a que haga públicas las conversaciones a las que se refiere a través de la «materialización con peritos», y aseguró estar dispuesta a entregar teléfonos móviles, computadoras y claves. «Las mentiras tienen patas cortas», agregó.

Correa también aseveró que esos mensajes no existen y que la salida de Urresta seguía un «libreto» que ya conocen. «La verdadera dignidad implicaría dejar la curul que ganó con la RC, no dejar la bancada. Es demasiado obvio», mencionó.

El expresidente aseguró que Urresta «no llegó por sus luchas sociales», sino que fue recomendada por uno de sus exabogados y exasambleísta de su partido, que ahora es señalado por la RC por ser un supuesto «operador» del presidente Noboa.

«La postulamos como un homenaje a las víctimas de la represión. Ya sabemos dónde están los dos…», señaló Correa antes de asegurar que están listos para soportar posibles nuevas bajas del partido, que no ha podido hacerle oposición a una Asamblea con cada vez más legisladores que apoyan al oficialismo.

Tras la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, varias autoridades locales de Revolución Ciudadana reconocieron los resultados y se desmarcaron de las denuncias sin pruebas fehacientes lanzadas por Correa y González contra los resultados de los comicios.

Ese fue el caso de los alcaldes de Quito, Pabel Muñoz; y de Guayaquil, Aquiles Alvarez, así como de los prefectos de las tres provincias más habitadas de Ecuador, entre ellos Paola Pabón, de Pichincha; Marcela Aguiñaga, de Guayas; y Leonardo Orlando, de Manabí.