Naciones Unidas, 25 sep (EFE).- El presidente del Consejo Europeo, António Costa, defendió este jueves en la Asamblea General de la ONU los principios sobre los que la Unión Europea (UE) «no alberga dudas de dónde está», que son la paz, el multilateralismo, la justicia, la dignidad humana y la sostenibilidad climática.
Aunque no citó a Estados Unidos ni a su presidente, Donald Trump, las palabras de Costa sonaron a una crítica velada al Gobierno estadounidense, que está negando legitimidad al multilateralismo y a las mismas Naciones Unidas.
«¿Queremos (un mundo) con reglas basadas en el orden internacional que defienda el multilateralismo y la carta de Naciones Unidas, o un mundo caótico basado en el unilateralismo, la violencia y la disrupción?», se preguntó el portugués.
Y se respondió: «La UE sabe dónde está. Somos un proyecto de paz, reconciliación, justicia social (…) La alternativa es un mundo caótico y violento», expresó.
Costa recordó que la UE defiende la libertad, la democracia y los derechos humanos, hoy «amenazados por la desinformación y el abuso de la tecnología digital», y por ello reivindicó la necesidad de regular estas tecnologías «para que den a los ciudadanos modos de actuación y no autócratas o los nuevos oligarcas de la tecnología», en clara referencia a los gurús digitales, casi exclusivamente estadounidenses.
Sobre el cambio climático, negado por Trump, Costa fue tajante: «No se trata de una falsedad, es un hecho probado científicamente que afecta a nuestro presente y futuro. La destrucción de incendios, inundaciones y huracanes no son una invención», recalcó.
Y sobre la imposición unilateral de aranceles por parte de EE. UU., y de los que la UE ha sido uno de los principales afectados, también lanzó alusiones a Washington al declararse a favor de «la previsibilidad global, porque los tratados comerciales, y no los aranceles, significan beneficios reales para todos los países, compañías y ciudadanos en un mundo multipolar».
Costa, como tantos otros países que se han subido al estrado antes que él, ha repetido los mismos principios en los que se basa la carta y la filosofía de Naciones Unidas, pero como otros antes que él, lo ha hecho sin atreverse a mencionar a Estados Unidos, el superpoder que en este momento los está cuestionando globalmente.