Bangkok, 28 abr (EFE).- Decenas de miles de personas siguen durmiendo en las calles de Birmania (Myanmar) un mes después del terremoto de magnitud 7,7 que sacudió el país el 28 de marzo y dejó más de 3.700 muertos además de destruir millares de edificaciones, según declaró este lunes a EFE la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR).
“Las condiciones sobre el terreno siguen siendo muy difíciles: decenas de miles de personas siguen sin refugio y duermen a la intemperie, temerosas y traumatizadas por las posibles réplicas”, explicó la organización, que asegura haber tenido acceso “a la mayoría de las zonas afectadas”.
El potente terremoto golpeó Birmania el 28 de marzo, con epicentro entre las ciudades de Sagaing y Mandalay, en la región centro-norte, mientras el país se encuentra sumergido en un conflicto entre los militares golpistas y las fuerzas prodemocráticas y guerrillas de minorías éticas, lo que ha dificultado las labores de recuperación.
En un escrito, la FICR remarcó que el país “está a días de la temporada de monzones, mientras que las temperaturas son extremas y la temporada de ciclones también comenzará pronto”, lo que amenaza aun más a las personas que pernoctan en las calles o en refugios improvisados.
En este sentido, parte de la ayuda de la Cruz Roja consiste en “diseñar programas con rapidez para garantizar que las personas puedan regresar a un lugar seguro lo antes posible, recuperar sus ingresos y retomar una vida digna”.
Según sus registros, más de 50.000 edificaciones sufrieron daños parciales o totales, entre ellas viviendas, pagodas, hospitales, escuelas y otros sitios “que corren el riesgo de derrumbarse”.
“La enorme escala geográfica y magnitud del desastre –con más de 1,3 millones de personas afectadas en cinco estados y regiones del país– significa que se necesita urgentemente más financiación internacional”, subraya el escrito.
La FICR recordó que inmediatamente después del desastre hizo un llamamiento de emergencia de unos 113 millones de dólares, pero hasta ahora ha recibido solo el 15 % de los fondos, por lo que instó a acelerar las donaciones al considerar que se trata de una “inversión crucial” para el futuro de esta nación asiática.
“Si bien las necesidades inmediatas siguen siendo críticas, la recuperación de Myanmar será un largo camino, y se necesitará un fuerte apoyo internacional en los próximos meses”, añade la declaración.
Según la federación, cerca de 200.000 personas han tenido que abandonar sus viviendas a raíz del terremoto, principalmente en las seis regiones declaradas en emergencia por la junta militar que detenta el poder desde el golpe de Estado de febrero de 2021.
El Gobierno militar actualizó este lunes el balance oficial, según el cual 3.769 personas perdieron la vida por el seísmo, mientras que otras 5.106 sufrieron heridas de variada gravedad y otras 107 siguen desaparecidas.