Malpartida de Plasencia (Cáceres), 6 ago (EFE).- El Parque Nacional de Monfragüe, en la provincia de Cáceres, cuenta desde este miércoles con cinco nuevos inquilinos: cuatro cachorros de lince ibérico y su madre adoptiva, que han sido alojados en una cerca de adaptación y que serán puestos en libertad en unos meses, en el marco de un proyecto pionero de adopción.

En un emotivo acto, la Junta de Extremadura ha presentado la primera suelta de cuatro cachorros de lince ibérico que fueron rescatados tras el atropello de sus madres en las zonas de Navalmoral de la Mata (Cáceres) y el Valle del Matachel (Badajoz).

El director general de Sostenibilidad, Germán Puebla, ha explicado los detalles de esta operación que ha calificado como «una experiencia verdaderamente bonita e inigualable».
«Cuando supimos que una hembra de lince había sido atropellada cerca de Navalmoral y que tenía tres cachorros, nos pusimos en marcha de inmediato. Sabíamos que su vida corría peligro», ha explicado Puebla.
Gracias al collar de radiofrecuencia que llevaba la madre, el equipo pudo delimitar la zona de búsqueda y tras varios intentos, que incluyeron el uso de drones, los cachorros fueron localizados y trasladados al Centro de Cría en Cautividad de Zarza de Granadilla.
Allí, los pequeños linces recibieron atención especializada y fueron introducidos progresivamente a una madre adoptiva llamada Flora.
«Fue verdaderamente asombroso ver cómo Flora los acogió, les enseñó a cazar y los cuidó como si fueran suyos», ha relatado el director general.
A estos tres cachorros se sumó una cuarta hembra rescatada en el Valle del Matachel, que también fue víctima de un atropello.
«Allí, desafortunadamente, no solamente se atropelló a la madre, sino que se atropelló también a una hermana de camada, pero pudimos recuperar a esta cachorra. La hemos tenido con ellos, con los tres del atropello de Navalmoral de la Mata, y han estado juntos en Granadilla», ha detallado.
Ahora, los cuatro han sido liberados este miércoles junto a Flora en una zona de adaptación dentro del Parque Nacional de Monfragüe, donde ya hay dos linces campeando, y donde serán monitorizados mediante collares de radiofrecuencia.
El proyecto, que cuenta con el apoyo de fondos europeos LIFE Plus, busca no solo recuperar la especie, sino devolverla al campo extremeño como animal salvaje. «No queremos linces en zoológicos, queremos linces libres, como siempre han sido», ha defendido Germán Puebla.