La Habana, 16 mar (EFE).- Cuba comenzó este domingo a volver, aunque tímidamente, a la normalidad previa al colapso del Sistema Electroenergético Nacional (SEN) del pasado viernes, con cerca de la mitad del país aún en penumbras, 48 horas después del apagón nacional.
De acuerdo con el informe más reciente del Ministerio de Energía y Minas (Minem), para la tarde noche del domingo, el país generaba 1.568 megavatios (MW), alrededor de la mitad de lo que precisaría la isla en ese momento en condiciones normales.
La estatal Unión Eléctrica (UNE) ha logrado reconectar gran parte del país a un único sistema y ya el SEN opera -aunque con un déficit que dobla los megavatios que se generan- entre el punto más occidental (Pinar del Río) y la provincial más oriental (Guantánamo).
El Ministerio de Educación informó que tres provincias del occidente -la región en la que se han presentado más dificultades para reconectar al SEN- no habrá clases este lunes: Pinar del Río, Artemisa y Mayabeque.
Como en los últimos tres apagones totales nacionales de los últimos seis meses (octubre, noviembre y diciembre de 2024), la empresa estatal Unión Eléctrica (UNE) comenzó el proceso para reconectar el SEN reactivando microsistemas (alimentados por grandes generadores que emplean fueloil o diésel) para luego interconectarlos y llevar la corriente a las grandes centrales para poder encenderlas y sincronizarlas.
Seis de las 20 unidades de generación térmica del país (distribuidas en siete centrales termoeléctricas) han arrancado hasta el momento.
Por otro lado, la central termoeléctrica Antonio Guiteras, una de las mayores del país, ya se ha conectado al SEN, aunque actualmente aporta una fracción mínima de megavatios (MW) al sistema.
En La Habana, el 44 % de los consumidores aún no cuenta con corriente en sus hogares, según cifras oficiales. De acuerdo con la UNE, se espera que entre la noche de este domingo y la madrugada del lunes se restablezca el 100 % del servicio en la capital.
Este complejo proceso de avance incierto -y en ocasiones con retrocesos, como la caída de este sábado en La Habana- se prolongó durante varios días en los tres casos.
La “desconexión” del SEN ocurrió sobre las 20.15 hora local (0:15 GMT) de este viernes, a raíz de una avería en la subestación de Diezmero, en las afueras de La Habana. Esto provocó la salida en cadena de varias unidades de producción eléctrica con una “pérdida importante de generación en el occidente de Cuba” y, posteriormente, la “caída total” del sistema.
Crisis energética
El SEN se encuentra desde hace meses en una situación muy precaria por las frecuentes averías en sus siete centrales termoeléctricas, con décadas de explotación y un déficit crónico de inversiones, y por la falta de diésel y fueloil para sus motores de generación distribuidos por todo el país, porque el Estado no cuenta con las divisas necesarias para importar suficiente.
Expertos independientes explican que la crisis energética se debe a una infrafinanciación crónica de este sector, completamente en manos del Estado cubano desde el triunfo de la revolución en 1959. El Gobierno apunta a los efectos de las sanciones estadounidenses en este ámbito.
Según diversos cálculos independientes, el Gobierno cubano precisaría entre 8.000 y 10.000 millones de dólares para reflotar el SEN, una inversión fuera de su alcance. Y cualquier solución sería posible tan sólo a largo plazo.
Los frecuentes apagones lastran la economía cubana, que se contrajo un 1,9 % en 2023 y no creció el año pasado, según estimaciones del propio Gobierno. De acuerdo a esas cifras, el PIB de la isla sigue por debajo de los niveles de 2019 y no lo superará este 2025, para el que el Ejecutivo prevé un avance del 1 %.
Los cortes también generan un fuerte descontento social y han sido detonante en los últimos años de inusuales protestas en la isla, como las masivas del 11 de julio de 2021, las del verano de 2022 en La Habana y Nuevitas (este) o las del 17 de marzo de 2024 en Santiago de Cuba (este) y otras localidades.