La amenaza de aranceles de Trump desvía la atención de la defensa en la cumbre de la UEE

Bruselas (EuroEFE).- La amenaza del presidente estadounidense, Donald Trump, de imponer aranceles a la UE acaparó este lunes la atención de los líderes de los Veintisiete y restó peso al debate sobre la defensa, aunque sí se puso sobre la mesa una posible revisión de las normas de déficit para aumentar el gasto militar.

Las relaciones transatlánticas se iban a abordar de forma meramente extraoficial en la cumbre informal convocada en Bruselas, pero acabaron centrando la mayor parte de las discusiones en dos de las sesiones de trabajo que compartieron los líderes, según fuentes comunitarias.

Ese debate llegó apenas tres días después de que Trump confirmara que «definitivamente» planea imponer aranceles a los productos que exporta a su país la Unión Europea (UE), y en la misma jornada en que iban a entrar en vigor las tarifas estadounidenses a México y Canadá, que finalmente quedaron suspendidas durante un mes.

«Con el telón de fondo de que sabemos que hay mucho en juego, hemos debatido las formas de reforzar una cooperación muy pragmática con Estados Unidos”, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, al término de la reunión informal.

Firmeza y acercamiento

Von der Leyen recalcó el mensaje de que, aunque la prioridad de los Veintisiete es lograr «un diálogo sólido pero constructivo con Estados Unidos», Bruselas está preparada para que, cuando se le «ataque injusta o arbitrariamente, la UE responda con firmeza«.

Añadió que no cree que pueda salir «nada bueno» de una guerra comercial entre Estados Unidos y sus aliados, por lo que su objetivo es negociar desde temprano con Washington, con «debates productivos».

Ese mensaje coincidió con el tono general de la mayoría de los líderes, aunque varios de ellos se centraron especialmente en recalcar la enorme importancia que tiene la relación con Estados Unidos, tanto en términos comerciales como de seguridad.

Entre ellos estuvo el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, quien hizo hincapié ante el resto de líderes en que Estados Unidos sigue siendo el aliado más importante de Europa, por lo que es fundamental reforzar la relación con ese país incluso en el contexto actual.

También el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, que participó en un almuerzo durante la cumbre, insistió en que la seguridad de Europa se basa en su relación con Estados Unidos, y se mostró convencido de que las disputas arancelarias entre aliados «no tendrán un impacto en nuestra disuasión colectiva».

El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, durante una rueda de prensa en Bruselas el pasado diciembre. EFE/EPA/OLIVIER HOSLET

El presidente francés, Emmanuel Macron, apuntó a su llegada a la cumbre que si Europa es atacada en el plano comercial «deberá hacerse respetar y reaccionar«, una postura que compartió el canciller alemán, Olaf Scholz.

«Está claro que como el espacio económico más fuerte (del mundo), podemos diseñar nuestras propias cuestiones y también podemos reaccionar con medidas arancelarias a medidas arancelarias. Esto debemos hacerlo y lo haremos, pero el objetivo debe ser que haya cooperación», manifestó Scholz.

Y la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores y Seguridad, Kaja Kallas, dejó claro a su llegada a la reunión que no hay «ganadores» en las guerras comerciales, además de advertir que, si Trump se embarca en una, «quien se reirá del otro lado será China«.

Los Veintisiete expresaron además su pleno apoyo y solidaridad con Dinamarca y recordaron los principios pertinentes del derecho internacional, dado que Trump no ha descartado la vía de la fuerza militar y económica para tomar el control de la isla de Groenlandia, territorio autónomo dependiente del reino danés.

«Preservar la integridad territorial del Reino de Dinamarca, su soberanía y la inviolabilidad de sus fronteras es esencial para todos los Estados miembros», dijo el presidente del Consejo Europeo, António Costa, en rueda de prensa.

«Hacer los deberes»

Costa, el anfitrión de la cumbre, se mostró conciliador al pronosticar que la relación con Estados Unidos «perdurará en el tiempo» y que lo que ocurre ahora son «diferencias entre amigos», aunque apostó por defender «la soberanía nacional, la integridad territorial y la inviolabilidad de las fronteras” europeas.

Los líderes acordaron además fomentar la competitividad de la Unión Europea para que pueda ponerse a la altura de Estados Unidos y China, un punto que la Comisión Europea ha destacado en su estrategia recientemente presentada, conocida como “Brújula de la Competitividad”.

Tenemos que hacer nuestros deberes«, subrayó Von der Leyen en la rueda de prensa final.

Parte de esos deberes consisten, para Bruselas, en construir una política de defensa más autónoma y potenciar su base industrial militar con más cooperación, para dejar de depender tanto de Estados Unidos y hacer frente a amenazas como la que presenta Rusia tras su invasión de Ucrania.

Ese era el tema oficial de la cumbre, y salió a relucir por ejemplo en la afirmación del titular de la OTAN de que el gasto militar de los aliados debe ser «considerablemente superior al 2 %» del PIB al que se han comprometido actualmente los miembros de la Alianza, una meta que varios de ellos, como España, todavía están lejos de alcanzar.

Flexibilizar las normas de déficit

Von der Leyen apuntó a una posible solución, al anunciar que estudiará la posibilidad de flexibilizar las reglas comunitarias sobre el control del déficit y la deuda públicos para dar más espacio fiscal a los Estados y permitirles aumentar el gasto en defensa, dado que «los presupuestos nacionales están constreñidos».

“Para tiempos extraordinarios, es posible tener medidas extraordinarias también en el pacto de estabilidad y crecimiento, y creo que vivimos en tiempos extraordinarios, indicó Von der Leyen.

Unión Europea
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, habla durante una conferencia de prensa con el primer Ministro de Polonia, Donald Tusk, y el Presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, el 3 de febrero de 2025. EFE/EPA/Olivier Matthys

Scholz mantuvo, por su parte, que la UE no tiene previsto el endeudamiento conjunto, pero sí previó que haya más flexibilidad para la financiación de los Estados.

Y el primer ministro portugués, el conservador Luís Montenegro, defendió un modelo «semejante al que estuvo encima de la mesa durante la crisis de la pandemia y con el proceso de recuperación económico subsiguiente», en referencia a los planes de recuperación y resiliencia, pero aplicados al área de defensa.

Von der Leyen también confirmó que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) está dispuesto igualmente a dar más flexibilidad a sus prácticas de préstamo, como le habían solicitado hasta 19 Estados miembros a través de una carta conjunta.

“Lo que se necesita son proyectos emblemáticos sobre la mesa del BEI”, señaló Von der Leyen, quien defendió además “más financiación privada” y que se «modernicen las prácticas» de ese sector, en muchos casos reacio a invertir en defensa debido a las normas sobre finanzas sostenibles.

Hacia un ‘libro blanco’ de defensa

La presidenta de la CE apostó además por reforzar las licitaciones públicas coordinadas, simplificar la legislación comunitaria en materia de adquisiciones y fomentar la innovación en Defensa, también a través de una mayor cooperación con la industria de defensa ucraniana.

Las deliberaciones de este lunes contribuirán al libro blanco -documento no legislativo- que la Comisión espera presentar en marzo sobre la defensa de la UE, y que servirá de base para tomar decisiones en la cumbre de la UE de junio.

Por su parte, Costa destacó el interés de los países en áreas como la defensa aérea y de misiles, munición, movilidad militar o habilitadores estratégicos, y su empeño por “producir más de las capacidades que necesitamos y hacerlo más rápido”.

El primer ministro polaco, Donald Tusk, cuyo país preside este semestre el Consejo de la UE, destacó por su parte el apoyo de sus socios europeos al escudo oriental que Polonia quiere que se desarrolle con financiación común.

«Hemos hablado de cómo se podría financiar y, obviamente, no se ha resuelto todo, pero los puntos comunes son mucho más importantes que las diferencias», apuntó.

Más allá del Brexit

Los líderes de los Veintisiete cenaron además con el primer ministro británico, Keir Starmer, quien reiteró que la vuelta de su país a la UE «no va a suceder» porque esa cuestión se trató en el referendo de 2016 sobre el Brexit, pero dijo creer que Londres puede tener con Bruselas «una relación mejor y más estrecha cuando se trata de comercio y seguridad».

Al concluir la cena, Costa, destacó la «nueva energía positiva» en la relación entre el Reino Unido y la UE, y adelantó que en mayo habrá una cumbre bilateral entre las dos partes en territorio británico.

Editado por Lucía Leal, con información de Rosa Jiménez, Julio Gálvez, Catalina Guerrero y José Miguel Blanco desde Bruselas