Londres, 12 mar (EFE).- Existía una sensación común en Anfield de que Darwin Núñez era el más señalado para fallar. Y entre su disparo flojo a media altura y la gran estirada de Donnarumma, se consumó el triste martes del uruguayo. Suele ocurrir, cuando no te salen las cosas durante el partido, tirar un penalti es un riesgo extremo.
Puedes quedar como un héroe, como cuando Sergio Ramos se atrevió a hacer un ‘panenka’ en unas semifinales de la Eurocopa tras mandar uno a las nubes en unas semifinales de Champions, o puedes ser el objeto de crítica del siempre mucho más sencillo análisis posterior.
Darwin demostró tener carácter y valor para disparar el segundo lanzamiento de su equipo. Su partido había sido tétrico. Salió desde el banquillo y encadenó un error tras otro. Pases mal dados, balones perdidos e incluso una pelota hacia la que corrió y dejó de hacerlo a mitad de camino porque pensaba que aparecería un compañero que no apareció.
Certificada la eliminación, Darwin deambuló por el centro del campo, tiró sus protecciones y sus vendas al suelo y fue de los últimos en marcharse de Anfield. El público, fiel a su equipo, los despidió a todos entre aplausos, porque por mucho que Darwin tuviera un partido terrible y su salida en verano sea plausible, no fue él el culpable de la eliminación del Liverpool.
Los factores para la caída de los ‘Reds’ fueron muchos, pero centrar la atención en el ‘nueve’ de Arne Slot no sería justo, sobre todo cuando Diogo Jota jugó casi todo el encuentro, no hizo nada destacable y suma más de cuatro años sin marcar un gol en Champions.
Pero esa es otra historia. En cuanto a Darwin, está siendo su peor temporada desde que llegó al Liverpool procedente del Benfica en 2022 por 85 millones de euros.
En 39 partidos ha marcado siete goles y repartido seis asistencias, cifras peores de las que logró en la 2022-2023 (15 goles y 4 asistencias) y en la 2023-2024 (18 goles y 13 asistencias).
Pero lo peor ya no son sus números, también que ha perdido la condición de jugador importante para Slot. De los once últimos partidos en Premier solo ha sido titular en uno, ante el Southampton, y no jugó un minuto contra el Manchester City y solo tres contra el Newcastle.
Suplente en la ida y en la vuelta contra el Paris Saint Germain, ya no es solo que Jota le haya ganado la partida por la titularidad, sino que incluso Luis Díaz ha jugado como ‘nueve’ para suplir el mal momento de Darwin.
Ante una posible salida, los clubes tendrán que tener en cuenta que Darwin aún tiene tres años más de contrato y que está entre los diez jugadores de la plantilla que más ganan. Lejos, eso sí, de los sueldos de estrellas como Mohamed Salah, Virgil Van Dijk y Trent Alexander-Arnold, los tres mejores pagados de este Liverpool.
Manuel Sánchez Gómez