Buenos Aires, 3 sep (EFE).- Lionel Messi jugará este jueves ante Venezuela su último partido oficial con la selección argentina como local, ante una multitud que le demuestra una devoción difícil de imaginar en los años previos a los recientes campeonatos de la Albiceleste, cuando el astro fue blanco de duras críticas y una difícil comparación con Diego Armando Maradona.
El oriundo de Rosario será titular y capitán en la última doble fecha de eliminatorias sudamericanas para Mundial 2026 a disputarse en Estados Unidos, México y Canadá, para el que el equipo dirigido por Lionel Scaloni ya está clasificado.
Unas 85.000 personas inundarán las gradas del estadio Monumental de Buenos Aires con la certeza de que es una de las últimas oportunidades para agradecerle a Messi por las alegrías futbolísticas que se suceden sin interrupción desde la Copa América de 2021, cuando en Brasil y ante el local, Argentina rompió el maleficio de más de 28 años sin títulos oficiales.
Luego vino la Finalissima 2022 ante Italia en Londres, un partido sin equivalencias en el que la ‘Scaloneta’ mostró su contundencia y Messi fue figura con dos asistencias; y meses después el plato fuerte: el histórico triunfo en el Mundial de Catar, con la ‘Pulga’ en un nivel altísimo y como segundo goleador del torneo tras Kylian Mbappe.
En la última coronación, en la Copa América 2024, el capitán, ya convertido en semidiós para los argentinos, no mostró el mismo nivel pero aún así fue importante para el triunfo en Estados Unidos.
Antes de la devoción de los últimos años, existió, sin embargo, una etapa difícil.
Tras disputar sus primeros partidos en entre 2005 y 2006, incluyendo en la temprana eliminación en el Mundial disputado en Alemania, las exigencias del público y la prensa con la gran promesa del país suramericano resultaron en críticas tanto por su nivel como por su presunta falta de argentinidad debido a los años que vivió en España y a que, en un comienzo, no cantaba el himno.
Las murmuraciones del público argentino sobre Messi se profundizaron en la Copa América 2011, con sede en Argentina, en la que el local fue eliminado en cuartos de final ante Uruguay.
‘La Pulga’ perdió muchas más finales de las que ganó con el combinado absoluto de Argentina: 0-3 ante Brasil en la Copa América de 2007, 0-1 ante Alemania en la Copa del Mundo de 2014, por penales ante Chile en la Copa América de 2015 y otra vez desde los doce pasos ante la ‘Roja’ en la Copa América Centenario de 2016.
Esa derrota en 2016 fue uno de los momentos más difíciles en el vínculo entre Messi y la hinchada argentina, al punto de que su frustración deportiva se mezcló con las agudas críticas de la afición y los medios y desembocó en una temporaria renuncia a futuras convocatorias.
A esto se sumó la eterna comparación con el máximo ídolo del fútbol argentino, Diego Armando Maradona, a cuya sombra transitó buena parte de su carrera con la Albiceleste.
Tras más de una década en la que ‘Leo’ quedaba por debajo de ‘Diego’, en parte porque no lograba replicar con la celeste y blanca la magia que mostraba semana a semana con la ‘blaugrana’ del Barcelona, con el paso del tiempo y la llegada de trofeos, los argentinos lograron extender a Messi su amor incondicional por Maradona.
«Un orgullo que sea nuestro»

De cara al choque de este jueves, miles de fanáticos llegaron desde distintos puntos del país, pagaron cifras de hasta casi 500.000 pesos (367 dólares) y se concentraron desde los últimos días en las inmediaciones del estadio Monumental.
Una de ellas es Cecilia Funes, empresaria que no pudo ocultar su emoción ante su primer encuentro cara a cara con Messi en una cancha de fútbol.
«Siempre se lo compara con Maradona, que obviamente fue de mi época y era superquerido, pero Messi es súper, tiene toda una trayectoria, una forma de liderazgo y de enseñanza para con el resto que es para seguirlo», dijo a EFE Funes, quien consideró que será «una tristeza» cuando el rosarino cuelgue las botas.
Tadeo Fuentes, llegado desde la provincia de Córdoba, también se mostró conmovido de tan solo imaginar el momento en que Messi no sea jugador de la selección argentina: «Va a dejar un vacío terrible, pero esperemos que se quede un poco más de tiempo», expresó a EFE.
Sofía Fernández Crespo es socióloga y también verá al astro por primera vez este jueves, pero relató a EFE una curiosa anécdota referida al club de sus amores, Estudiantes de La Plata: «A mí me dolió el gol de Messi al minuto noventa en la final del Mundial de Clubes (con Barcelona, en 2009). Fue duro, pero siempre lo banqué y es el mejor jugador de Argentina y de la historia. Es un orgullo que sea nuestro».
