Javier Herrero
Madrid, 13 jun (EFE).- En homenaje a la protagonista de ‘La Traviata’ le pusieron su nombre a Violeta, una de las exparticipantes más icónicas de la última edición de ‘Operación Triunfo, y así, como un personaje de ópera de pasiones místicas y exacerbadas, se descubre como artista de orgulloso acento andaluz en su primer disco.
Se ha tomado su tiempo. ‘Violeta’ (Universal Music) ha llegado este viernes a las plataformas y tiendas, casi un año y medio después de su salida de la Academia de ‘OT’, ajeno a las urgencias que imperan en la industria discográfica actual.
«A mí (en OT) no se me ha visto. Se me ha conocido como persona, como concursante o como intérprete, pero no como artista. Si este proceso ha sido largo ha sido precisamente porque he querido escucharme y saber qué tenía que contar y qué sonidos formaban parte de mí», cuenta en declaraciones a EFE.
De Violeta a Violeta

Criada en un hogar amante de la ópera, afirma Violeta Hódar (Motril, Granada, 2001) que de hecho su primera canción favorita fue el aria de ‘La reina de la noche’ de ‘La flauta mágica’ de Mozart, aunque son muchos otros los artistas que la han impactado: Sade, Nina Simone, Jorja Smith, Beyoncé, Lole y Manuel o alguien tan actual como Chico Blanco.
«Pero no quería ponerme un disco como referencia, sino ver qué salía de forma natural con todas esas referencias», señala quien se define como «bastante exigente» consigo misma.
Tras una jornada agotadora en la que llegó a casa de madrugada, llegó «la epifanía». «Lo que tienes que hacer es un álbum sobre Violetta», se dijo en referencia al personaje principal de la ópera ‘La traviata’ de Verdi por la que le pusieron un nombre que tan orgullosamente lleva.
¿Qué mejor forma para hablar de sí misma pero también de temas universales como «el amor que está por encima de todo sin importar la condena de amar así de fuerte»?, se dijo la joven granadina, que extrapoló los sentimientos que aparecen para convertirlos en canciones de estilo libre, ordenados según los actos en que aparecen.
El corazón mande
Así lo explica en la obertura narrada que sirve de introducción al álbum, justo antes de ‘Corazón mande’, «una de las más poperas pero con una letra de las más intensas» y en la que ya anticipa el desenlace: «Si el precio a pagar es mi dolor, que muera yo».
«El sufrimiento forma parte del amor. No se sufre si no se quiere», subraya Hódar. «A mí me gusta sentir, es lo bonito de vivir y lo único que te llevas cuando mueres», añade.
En el cruce con sus propias experiencias personales, revela que ese título lo extrajo de su tiempo de estudiante de Periodismo y Publicidad en Granada.
«Al lado de mi casa había un sitio que se llama La Casa de los Tiros y en la puerta ponía: el corazón mande. A mí eso siempre me resonaba muchísimo y hasta lo tenía de fondo de pantalla. Quería empezar el disco con algo que tuviera mucho significado para mí, de ahí esta canción, que lo primero que hice fue la letra», rememora.
Acento andaluz
En lo musical, tiñéndose de las cuerdas que también tienen mucha presencia en ‘La traviata’, los once cortes exhiben todo un catálogo de influencias y géneros musicales que fluyen sin ruptura, a menudo con beats modernos como base, entre el r&b intimista, el house bailable, la balada desnuda o el bolero, envuelto en mucha «mística».
«Es que soy un poco una mística y creo que, cuando las cosas se hacen con amor y mirando hacia dentro, desde la introspección, salen así», comenta sobre el resultado.
De fondo no es París lo que escucha el oyente, sino la Alhambra de Granada. «También he alucinado un poco conmigo misma de ese acento al cantar del que no era consciente hasta que he hecho mis propias canciones y, también escribiendo, siento que tengo mucho imaginario andaluz y granaíno», concede.
Sus muchas aficiones pasadas y su pasado como reportera de televisión cree además que convergen en este presente. «Es que no siento que solo haga música. Yo no soy cantante. Va más allá de eso, porque al final estoy comunicando igual que cuando cuando hacía periodismo y, ahora estoy preparando un directo en el que bailaré, como cuando bailaba flamenco y ballet», reflexiona.