De princesa a reina del pop en España, Aitana cierra en el Metropolitano su metamorfosis

La cantante Aitana durante el concierto ofrecido este jueves en el estadio Metropolitano, en Madrid. EFE/ Juanjo Martin

Madrid, 31 jul (EFE).- Más de año y medio después de postularse oficialmente como la primera artista femenina nacional dispuesta a asaltar los estadios, Aitana ha cerrado al fin un proceso mucho más largo y arduo de lo que pensó en origen, pero lo ha hecho por todo lo alto para metamorfosearse de princesa en reina del pop en España.

Más de 55.000 personas han querido estar otra vez a su lado en el segundo y último concierto de la catalana en el Metropolitano de Madrid, sin más entradas a la venta y tras la cita que celebró hace unas semanas en el Estadi Olímpic de Barcelona con igual éxito.

«Aunque cada noche ha sido especial, hoy es la última de estadios hasta dentro de un tiempo; no se si volveré a hacerlo en la vida, ojala sí», ha señalado la artista en un momento de su actuación.

Todo empezó con el que iba a ser el primer gran concierto de una española en el renovado Santiago Bernabéu de Madrid en diciembre de 2024, el cual se duplicó por el éxito de taquilla, antes de convertirse en una pesadilla por las quejas por ruido que llevaron a aplazar las citas primero a junio a la espera de mejoras en el recinto y, finalmente, a mudarlas a julio a otro estadio.

«Ha sido mucho trabajo», ha subrayado esta noche al reconocer la exigencia que se había autoimpuesto. «Quería que todo fuese perfecto porque sentía que os había fallado con tantos cambios de fecha», ha dicho antes de dar las gracias al estadio Metropolitano y a todos sus seguidores, entre los que como ha podido constatar EFE ha habido vacaciones movidas para poder asistir al evento.

Todo este proceso y sus derivaciones quedaron recogidas en el reciente documental ‘Metamorfosis’, titulado igual que estos tres conciertos y en el que ya destapó su deseo de ir a por todas con un despliegue inusual en España, por ejemplo, con hasta 20 bailarines.

«Para crecer hay que cambiar», ha insistido una voz en off en un momento del concierto, en alusión al leit-motiv del cuento que Aitana solía leer de niña y también de este paso al frente, con un impresionante escenario, parte de él con la forma de una mariposa, una pantalla aún más colosal y un no menos reseñable despliegue de luces.

Amaral, grandes invitados

La cantante Aitana durante el concierto ofrecido este jueves en el estadio Metropolitano, en Madrid. EFE/ Juanjo Martin

Cuatro músicos y dos coristas la han acompañado, inicialmente apartados en los flancos y más protagonismo en el segmento dedicado a su disco ’11 razones’, con el que puso de moda de nuevo el power pop dosmilero, al que ha rendido homenaje brevemente con el ‘Girlfriend’ de Avril Lavigne como introducción a ‘Tu foto del DNI’.

Conceptualmente concebido como una celebración retrospectiva de todo el camino realizado desde su salida en 2018 del concurso ‘Operación Triunfo’, ha repasado durante dos horas y media más de 30 sencillos, desde ‘Lo Malo’, con el que casi participa en Eurovisión aún en los días de La Academia, hasta su reciente álbum ‘Cuarto Azul’, publicado hace solo dos meses.

Aunque ella ha precisado que ese disco tendrá su propia gira próximamente tras alcanzar el número 1 en España varias semanas, su presencia ha sido innegable, tanto en la indumentaria del público, buena parte de él vestido de azul, como en el repertorio, empatado con su predecesor, el igualmente exitoso ‘Alpha’ (2023).

De hecho son sus temas los que cierran el concierto y también los que lo abren, con ese ‘6 de febrero’ que ella ya veía como un hit de estadio y que ha convertido esta noche en una profecía autocumplida cuando, puntual a las 21 horas, ha iniciado el concierto con él caminado segura por el inmenso escenario.

Esa actitud de dominio, aunque visiblemente estudiada en ciertos momentos, hasta en los golpes de melena por ejemplo, es uno de los mayores cambios operados en quien fuera hace solo unos años aspirante a ídolo musical y así ha podido cantar hoy con soltura y total credibilidad un tema como ‘Superestrella’.

Queda no obstante mucho rastro de la naturalidad con la que conquistó al público inicialmente y asoma cuando, como en el primer tramo, se ha emocionado al final de ‘Con la miel en los labios’ y de nuevo con ‘Vas a quedarte’ al escuchar a sus seguidores corear sus canciones con tremendo entusiasmo.

Para aderezarlo todo, después de haber contado con David Bisbal, Amaia, Hombres G y Ana Guerra en sus citas anteriores, esta última noche ha querido contar con su telonera Ela Taubert y rendir homenaje a Amaral, historia del pop español, con los que el estadio entero ha cantado al unísono ‘Marta, Sebas, Guille y los demás’.

Poco ha importado que una vez más el sonido del Metropolitano no fuese el mejor, con sus constantes rebotes, o que el audio haya medio explotado al final de ‘Mon Amour’, porque los asistentes han celebrado el concierto con entrega total, más aún cuando por ejemplo en ‘miamor’ ha decidido replicar el bamboleo pélvico sobre el suelo que fue motivo de controversia para algunos hace un par de años.

Aún ha habido tiempo para algo de «voguing» inclusivo, un beso lésbico en primer plano, para subir subir al escenario a todo su equipo y dirigirles cara a cara un gracias infinito y para soltar otra buena batería final de éxitos con ‘Las Babys’, ‘Segundo intento’, ‘La chica perfecta’ y ‘Conexión psíquica’, convertido en uno de los temas de este verano ya histórico para Aitana.

Javier Herrero.

La cantante Aitana durante el concierto ofrecido este jueves en el estadio Metropolitano, en Madrid. EFE/ Juanjo Martin