París, 18 sep (EFE).- Decenas de personas han sido detenidas esta mañana en Francia por participar en tentativas de bloqueos de transportes o de centros de trabajo durante la jornada de huelga convocada este jueves por todos los sindicatos para exigir la retirada del ajuste previsto en los presupuestos del Estado por el anterior Gobierno.
La Prefectura (delegación del Gobierno) de Marsella ha informado de que en el barrio de la Joliette se han producido 22 arrestos.
En Toulouse siete personas han sido detenidas al querer impedir la circulación de trenes obstaculizando las vías, según Le Parisien.
Otros arrestos se han producido en París y en sus alrededores, de acuerdo con varios medios, como en el liceo Maurice Ravel, donde un centenar de estudiantes han bloqueado la entrada al centro. El canal BFMTV, con fuentes de las fuerzas del orden, cuantificaba 55 detenciones en toda Francia poco después de las 10.00 locales.
El ministro del Interior, Bruno Retailleau, ha lanzado la advertencia, antes incluso de que se hiciera de día, que los 80.000 policías y gendarmes que ha movilizado para esta jornada de protestas tienen la consigna de ir «al contacto» cuando se produzcan altercados, ataques a los bienes y a las personas.
Retailleau ha recordado que, en las anteriores protestas del día 10, hubo 675 detenidos que fueron llevados a la Justicia y para los que ha pedido que «las sanciones sean las más duras».
El ministro ha advertido sobre la previsible presencia en las manifestaciones de entre 5.000 y 8.000 extremistas con intención de provocar altercados y acciones violentas.
La secretaria general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Sophie Binet, ha hecho un llamamiento a la participación en las más de 260 marchas de protesta convocadas por todo el país: «Nunca hemos estado tan en situación de fuerza».
En declaraciones a los medios, Binet ha hecho hincapié en que el nuevo primer ministro, el macronista Sébastien Lecornu «es consciente de su debilidad» y de que puede ser censurado «en dos o tres semanas» y por eso ha considerado que hay que hacer presión para que se retire el proyecto de presupuestos de su antecesor, el centrista François Bayrou.
«No habrá estabilidad sin justicia social», ha avisado la líder de la CGT.
Bayrou pretendía un recorte de 44.000 millones de euros del déficit, que en 2024 alcanzó el 5,8 % del producto interior bruto (PIB) y que este año debería quedarse en el 5,4 %.
Ese ajuste debía realizarse sobre todo con una contención del gasto público mediante la congelación de las prestaciones sociales y del sueldo de los funcionarios, así como a través de la supresión de dos días festivos.