València, 18 sep (EFE).- Decenas de personas se han concentrado este jueves ante el edificio histórico del Puerto de Valencia para reclamar al Gobierno un «embargo integral» al comercio de armas con Israel y la inmovilización y registro de un barco que, según denuncian, traslada piezas de aviones de combate a este país.

Convocados por la Red Estatal Contra la Ocupación de Palestina (Rescop) y su campaña ‘Fin al Comercio de Armas con Israel’, los manifestantes han centrado sus protestas en un navío con destino a Haifa que según aseguran hará escala en los puertos de Valencia, Barcelona y Algeciras los días 18, 20 y 26 de septiembre, respectivamente.

Los asistentes han exhibido esta tarde varias pancartas contra el «genocidio» en Palestina y han coreado lemas como «Estado sionista, estado terrorista» o «son hospitales, no bases militares».
En el marco de estas protestas, esta organización ha presentado una querella en la Audiencia Nacional en la que se reclama la inmovilización y registro del citado buque y que el Ministerio de Exteriores requiera las autorizaciones concedidas a la naviera para transportar material de defensa o de doble uso con destino a Israel, además de la detención del capitán como coautor o cooperador necesario.
Rescop sostiene que el barco hará escala en Valencia y Barcelona, después viajará a Casablanca y a continuación recalará en Algeciras, desde donde zarpará hacia Tánger, puerto en el que «cargará mercancías provenientes de otro barco de la misma naviera, incluido un contenedor con partes y piezas de alas de aviones F-35 para una empresa de Israel».
Los activistas apuntan a que los F-35 israelíes «son usados por el Ejército israelí durante los bombardeos que actualmente tienen lugar en la Franja de Gaza».
Sobre este mismo asunto, el portavoz nacional de Podemos, Pablo Fernández, ha acusado este jueves al Gobierno «de seguir mintiendo» al permitir el tránsito de buques que trasladan material militar a Israel en lo que ha calificado como una muestra de «hipocresía» del ejecutivo nacional, al que acusa de hacer «titulares electoralistas».