Declaran prioridad la atención de emergencias en Bolivia por lluvias, que dejan 52 muertos

Fotografía que muestra una zona afectada por las lluvias este lunes, en Trinidad (Bolivia). EFE/ Juan Carlos Torrejón

La Paz, 31 mar (EFE).- El Gobierno de Luis Arce y las autoridades regionales y municipales de Bolivia declararon este lunes “prioridad nacional” la atención de emergencias a causa de las lluvias, que desde noviembre han dejado 52 personas fallecidas y 452.067 familias, entre damnificadas y afectadas.

El presidente Arce y algunos gobernadores y representantes municipales se reunieron en esta jornada dentro del llamado Consejo Nacional de Autonomías para coordinar las acciones de atención de los desastres a causa de las lluvias e inundaciones en el país, una semana después de la declaración de “emergencia nacional” por estos eventos.

Tras la reunión, el ministro de Planificación del Desarrollo, Sergio Cusicanqui, leyó la resolución final que señala que se acordó “declarar por consenso de los miembros del Consejo Nacional de Autonomías como prioridad nacional la atención articulada e inmediata de desastres y emergencias en todo el territorio” boliviano.

Las autoridades también definieron la creación de comisiones departamentales para “coordinar el diagnóstico, necesidades y el destino de los recursos en la atención de la emergencia declarada”.

Estas comisiones estarán conformadas por cada gobernador, los representantes de las asociaciones departamentales de municipios, las autoridades indígenas, equipos técnicos de los gobiernos regionales y el nacional, y un ministro encargado por departamento.

Arce sostuvo que su Gobierno ha tomado las “previsiones para encarar este tipo de problemas”, aunque volvió a lamentar que en el Legislativo siga parada la aprobación de algunos créditos externos que pueden facilitar las acciones ante los desastres.

La Presidencia boliviana recordó en un comunicado de prensa que uno de los créditos pendiente de aprobación asciende a 250 millones de dólares otorgados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para la atención de desastres y el segundo es de 100 millones de la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA).

La temporada de lluvias que comenzó en noviembre en Bolivia ha dejado hasta el momento 52 personas fallecidas, informó en la víspera, el ministro de Defensa, Edmundo Novillo, en una entrevista con el canal estatal Bolivia TV.

Novillo precisó que las afectaciones alcanzan a las nueve regiones bolivianas y que en dos se declaró el “desastre departamental” y en otras tres la “emergencia departamental”.

“Las comunidades que han sido afectadas hasta ahora suman 4.971. Entre familias afectadas y damnificadas tenemos 452.067 y en total las viviendas destruidas son 793 y viviendas afectadas son 2.655”, indicó.

Las familias damnificadas son las que padecen de forma directa el impacto de un evento adverso, mientras que los afectados lo sufren indirectamente, según las autoridades bolivianas.

La región amazónica de Beni, que colinda con Brasil, ha sufrido en los últimos días los embates de las lluvias que provocaron la crecida de ríos y la consiguiente inundación de áreas destinadas al pastoreo del ganado.

Los ganaderos de Beni han tenido que mover a las reses en barcazas de madera hacia tierras más altas, aunque también afrontan dificultades para alimentarlas.

El ministro Novillo aseguró que el Gobierno apoya a los municipios con la contratación de maquinaria pesada para evitar que las aguas lleguen a las comunidades, además del traslado de material para construir sistemas defensivos y gaviones, con una inversión hasta el momento de 2,5 millones de bolivianos, equivalentes a poco más de 359.000 dólares.

Hasta el momento, el Ejecutivo nacional distribuyó 234 toneladas de ayuda humanitaria, mientras que se trabaja en la cuantificación de la superficie de cultivos dañados por las inundaciones.

Según Novillo, es la primera vez en 40 años que se registran lluvias en el país con tal intensidad “y los daños que se han causado también son bastante críticos”, por lo que la declaración de “emergencia nacional” facilitará la movilización y búsqueda de recursos para atender a la población.