Caracas, 15 ago (EFE).- La Defensoría del Pueblo venezolana instó este viernes a la comunidad internacional a rechazar «cualquier intento de agresión que violente» el derecho del país a su «autodeterminación», tras reaccionar a la reciente declaración de la fiscal general de EE.UU., Pam Bondi, quien anunció una recompensa de 50 millones de dólares por información que conduzca al arresto del presidente Nicolás Maduro.
En una nota de prensa, la institución también hizo un llamado a los actores internacionales a abstenerse de realizar acciones «que transgredan la soberanía y la paz interna» de Venezuela.
«La defensa de la igualdad soberana de los Estados, la autodeterminación de los pueblos y los principios de no intervención son pilares fundamentales del derecho internacional, base también de los derechos humanos», agregó el escrito.
Para la Defensoría, pronunciamientos como el de Bondi «generan un clima de tensión y hostilidad» que «perjudica la paz interna y la estabilidad regional», al tiempo que «pone en riesgo la seguridad mundial».
«Este tipo de actos coercitivos y extraterritoriales son contrarios a la Carta de las Naciones Unidas y a las normas internacionales que regulan las relaciones entre Estados», menciona el texto.
El pasado 7 de agosto, al anunciar el aumento de 25 a 50 millones de dólares de la recompensa por información de Maduro, Bondi catalogó como una amenaza para la seguridad de su país al gobernante chavista, a quien Washington acusa de liderar el cartel de los Soles.
Un día después, el presidente de EE.UU., Donald Trump, defendió enviar tropas contra los carteles de drogas latinoamericanos para «proteger» a su nación.
Este viernes, se conoció que EE.UU. comenzó a desplegar a 4.000 agentes -principalmente infantes de Marina- en las aguas de Latinoamérica y el Caribe para combatir el narcotráfico, además de reforzar su presencia con aviones, barcos y lanzamisiles.
La información fue revelada primero por la cadena CNN, que citó a dos fuentes de la defensa estadounidense, y luego corroborada por otros medios locales.
Los equipos asignados a esta misión de vigilancia incluyen un submarino nuclear, aviones de reconocimiento P8 Poseidon, varios destructores y un barco de guerra equipado con misiles.
Uno de los oficiales citados por CNN calificó el despliegue como «una muestra de fuerza», antes que todo, con una intención disuasoria, pero recalcó que su mera presencia da al mando militar un abanico de opciones para utilizar la fuerza si así lo considera necesario.
Este martes, el canciller venezolano, Yván Gil, alertó que percibe de EE.UU. una «grave amenaza militar» que, bajo el pretexto de combatir al narcotráfico, busca convertir a Latinoamérica en un «nuevo escenario de guerra colonial».