Del ‘Mayday’ migrante en EE.UU. al respaldo a Petro en Colombia: las claves del 1º de mayo

Manifestantes en el Día del Trabajo piden vivienda justa, atención médica, salarios justos y protección sindical para los trabajadores estadounidenses en Washington, DC, EE.UU., el 1 de mayo de 2025. EFE/JIM LO SCALZO

Redacción América, 1 may (EFE).- América salió a las calles este Primero de Mayo entre aplausos al sindicalismo histórico y gritos de auxilio contra la precariedad. Desde Washington hasta Montevideo, miles de trabajadores, líderes indígenas, jubilados, funcionarios y migrantes marcharon para exigir sueldos dignos, reformas profundas y respeto a sus derechos, en una jornada atravesada por tensiones políticas, promesas presidenciales y economías al límite. Mientras unos gobiernos hablaron de unidad, otros enfrentaron protestas encendidas.

Gritos de auxilio frente a la Casa Blanca

En Estados Unidos, el grito de “¡Mayday!” retumbó frente a la Casa Blanca. Cientos de trabajadores inmigrantes y activistas se manifestaron para exigir respeto, dignidad y el regreso del salvadoreño Kilmar Abrego, deportado pese a contar con una orden judicial de protección. La protesta también rindió homenaje a los obreros hispanos fallecidos en el derrumbe del puente en Baltimore y contó con la participación de legisladoras demócratas que denunciaron las políticas antimigratorias del presidente Donald Trump.

Desde el otro extremo del continente, en Argentina, Cristina Fernández de Kirchner lanzó su mensaje por redes sociales. La expresidenta criticó con dureza al Gobierno de Javier Milei, al que acusó de arrasar con los derechos de los trabajadores y de haber provocado una pérdida histórica del poder adquisitivo. Llamó a la unidad del movimiento obrero y defendió el derecho a “una vida digna”.

Lula refuerza su alianza sindical

Luiz Inácio Lula da Silva, en Brasil, aprovechó el 1 de mayo para ratificar su alianza con los sindicatos. Recibió a los principales líderes gremiales y respaldó sus demandas para el año próximo: reducción de la jornada laboral, exención tributaria a las rentas bajas y un impuesto a los superricos. La CUT, mayor central del país, no solo respaldó estas propuestas, sino que planteó abiertamente su deseo de que Lula se postule en 2026 para un cuarto mandato.

Mientras tanto, en las calles de Caracas, un grupo reducido de trabajadores y pensionados desafió el control policial para exigir “salarios y pensiones dignas”. El Gobierno de Nicolás Maduro anunció un aumento en bonos, pero mantuvo congelado el salario mínimo en 1,48 dólares mensuales. Desde la oposición, María Corina Machado denunció una “esclavitud moderna” y llamó a la desobediencia civil. El sindicato de prensa reveló que el 40 % de los trabajadores del sector no tiene contrato formal.

Petro impulsa su reforma laboral en las calles

En Colombia, el Primero de Mayo fue escenario de apoyo al Gobierno. Miles de trabajadores, junto con comunidades indígenas, marcharon en respaldo a las reformas sociales de Gustavo Petro. El presidente participó en el acto central y anunció una consulta popular para recuperar su proyecto de reforma laboral. Entre los temas que propone someter a votación figuran la regulación de la jornada de trabajo, el fin de los contratos intermediados y salarios justos para el campo.

Más al norte, la Plaza de la Revolución de La Habana volvió a llenarse de banderas y consignas. En un acto cargado de simbolismo, decenas de miles de personas marcharon en apoyo al Gobierno cubano, en medio de una grave crisis económica. El oficialismo subrayó el carácter patriótico de la jornada y el rechazo a las sanciones de Estados Unidos. Aunque la movilización mostró capacidad de organización, las penurias económicas, la emigración y las protestas recientes reflejan el desgaste popular.

Desde Lima, el secretario general de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), Gerónimo López, denunció retrocesos graves en las condiciones laborales en el país. Jornadas de hasta catorce horas, restricciones al derecho de huelga y despidos masivos fueron parte del diagnóstico que ofreció ante cientos de manifestantes que exigieron respeto a los derechos laborales conquistados.

Huelgas, informalidad y reclamos desde el sur

En Panamá, el presidente José Raúl Mulino defendió la soberanía sobre el Canal Interoceánico en medio de una huelga indefinida encabezada por docentes y obreros de la construcción. Mientras algunos proyectos siguieron operando, el mandatario pidió evitar “protestas por capricho” y llamó a trabajar por la economía nacional.

Guatemala también se sumó al clamor continental. Decenas de ciudadanos marcharon para reclamar libertad sindical y rechazar la represión política. Líderes gremiales denunciaron persecución y el asesinato impune del dirigente Anastacio Tzib Caal, en un país donde más del 70 % de la fuerza laboral permanece en la informalidad.

La jornada en Uruguay estuvo atravesada por la memoria y la exigencia. A cuarenta años del retorno democrático, el El Plenario Intersindical de Trabajadores – Convención Nacional de Trabajadores (PIT-CNT) reclamó una jornada laboral de cuarenta horas, jubilaciones dignas y medidas urgentes contra la pobreza infantil. El presidente Yamandú Orsi asistió al acto y aseguró que escuchará todos los planteamientos sindicales, sin filtros.

Ya en el cierre del mapa continental, Paraguay vivió fuertes reclamos por un aumento del salario mínimo, empleo formal y garantías para la sindicalización. Las centrales obreras denunciaron que el 63 % de la población ocupada trabaja en la informalidad y alertaron que la nueva ley de mipymes deja desprotegidos a miles de trabajadores.

Manuel Fuentes

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, pronuncia un discurso frente a la espada del Libertador Simón Bolívar este 1 de mayo de 2025, durante la conmemoración del Día Internacional del Trabajo en Bogotá (Colombia). EFE/ Carlos Ortega
Varias personas participan en la manifestación del Primero de Mayo este 1 de mayo de 2025, en Ciudad de Panamá (Panamá). EFE/ Bienvenido Velasco