Del miedo al motor: la IA impulsa la nueva traducción, pero el enfoque humano perdurará

Eduard Rosicart, asesor en IA generativa y participante en el V Congreso de la Asociación Nacional de Empresas de Traducción e Interpretación (ANETI), que se celebra este 22 de mayo en Zaragoza. EFE/ Javier Cebollada

Naiare Rodríguez Pérez

Zaragoza, 22 may (EFE).- La inteligencia artificial generativa ha transformado ya muchas áreas del ámbito lingüístico y ha irrumpido con fuerza en el sector de la traducción. Sin embargo, lejos de ser una amenaza directa para los profesionales, se consolida como una aliada estratégica en un ámbito en el que el enfoque humano va a seguir siendo esencial.

Así lo ha expresado Eduard Rosicart, asesor en IA generativa y participante en el V Congreso de la Asociación Nacional de Empresas de Traducción e Interpretación (ANETI), que se celebra este 22 de mayo en Zaragoza para abordar el presente y futuro de esta herramienta en sectores como el de la traducción.

“La IA no está aquí para quitarte el trabajo, pero sí te lo van a quitar aquellas personas que sí la usen”, advierte en una entrevista con EFE.

Según explica, en un proceso donde antes se necesitaba a cuatro personas, “ahora bastará con una o dos”. “Las empresas que entiendan esto optimizarán su estructura y se centrarán en lo importante”, advierte.

En este nuevo escenario, la IA se convierte en una herramienta de apoyo. Puede generar glosarios técnicos, identificar términos poco comunes, contextualizar información y acelerar tareas repetitivas que consumen tiempo.

“Hay etapas y tareas que forman parte de un proceso de traducción mayor donde la IA puede dar un soporte enorme. Aquí es donde también las empresas deberán hacer una estrategia de costes y cambiar”, considera.

No obstante, tal y como subraya Rosicart, “la traducción final, el enfoque humano, sigue siendo cosa del traductor”.

Un cambio de paradigma

Eduard Rosicart, asesor en IA generativa y participante en el V Congreso de la Asociación Nacional de Empresas de Traducción e Interpretación (ANETI), que se celebra este 22 de mayo en Zaragoza. EFE/ Javier Cebollada

Del mismo modo, destaca que, por primera vez, una tecnología disruptiva está al alcance de todos, ya que “no es una programación ni requiere conocimientos técnicos avanzados”.

“Es un chat con el que puedes hablar como si fuera una persona. Esto empodera incluso a perfiles senior que antes quedaban fuera de la digitalización”, apunta.

Según el experto, toda la sociedad está ante un cambio que transformará incluso el modelo empresarial, de tal forma que es posible que en el futuro veamos empresas millonarias creadas por una sola persona o menores de edad lanzando proyectos enteros gracias a la IA.

En un entorno laboral que avanza hacia la automatización, Rosicart insiste en que el valor diferencial del traductor “seguirá estando en su mirada cultural, su sensibilidad y su capacidad para interpretar matices”.

“La IA puede ayudarte a investigar, preparar contenidos, planificar estrategias. Pero el sello personal es humano. Y quien lo entienda, podrá destacar aún más”, indica.

El futuro no espera

A pesar de que en España no hay un ratio de digitalización muy elevada, algo que se nota más en un momento en el que “se ha pisado el acelerador tecnológico”, sí que considera que la IA debe quitar el “miedo” y verse como una “oportunidad a la que sacar provecho por solo 20 o 30 euros al mes”.

La conclusión de Rosicart es clara: “Las empresas que no integren la innovación tecnológica perderán cuota de mercado. Solo hay que aprender a usarla”.

“La IA generativa ha venido para quedarse porque solo hay que ver que Microsoft o Google están invirtiendo en centrales nucleares para rebajar los costes del uso de la IA, que supone un gran gasto energético. Así que no se va a ir, se va a quedar y a crecer muchísimo”, sostiene.

A los jóvenes traductores que se enfrentan a este cambio les recomienda usar la IA en todo lo accesorio para centrarse en lo esencial.

“La investigación, los análisis, la captación de clientes, incluso el marketing… todo eso puede automatizarse. Así podrás dedicarte a lo que de verdad importa: traducir con sentido, con detalle, con alma”, concluye.