Washington, 4 oct (EFE).- El líder de la minoría demócrata en la Cámara Baja, Hakeem Jeffries, aseguró este sábado que sus colegas en el Congreso de EE.UU. están dispuestos a extender el actual cierre del Gobierno hasta llegar a un acuerdo con los republicanos para extender subsidios a la atención sanitaria que expirarán a fines de año.
«Los demócratas no cederemos porque defendemos la atención médica de los estadounidenses de clase trabajadora, de clase media y de la gente común», dijo el legislador neoyorquino a la cadena MSNBC.
Jeffries también dejó claro que están abiertos a negociar con la mayoría republicana, que controla tanto la Cámara de Representantes como el Senado, aunque insistió en que las conversaciones con el liderazgo republicano en el Congreso y la Casa Blanca «no se están llevando a cabo en este momento».
«Es importante que, como demócratas, nos mantengamos firmes en nombre del pueblo estadounidense y, al mismo tiempo, dejemos claro que nos sentaremos a dialogar con los republicanos», advirtió el legislador.
El Gobierno federal estadounidense entra este sábado en su cuarto día de cierre sin perspectivas de un acuerdo en el Senado, donde la mayoría republicana (53) necesita al menos siete votos más para aprobar un nuevo presupuesto que termine con la paralización federal.
Esta situación se extenderá hasta al menos el lunes próximo, cuando la Cámara Alta tiene prevista otra ronda de votos en la tarde al regresar de su receso de fin de semana.
El partido del presidente Donald Trump acusa a la oposición demócrata de buscar intencionalmente el cierre y se niega a ceder ante las exigencias por extender los créditos a la Ley de Cuidado de Salud Asequible (Obamacare) porque afirma que beneficiarían a «inmigrantes ilegales», algo que los demócratas niegan.
Trump ha amenazado con aprovechar esta situación para continuar reduciendo el tamaño del Gobierno federal y ordenar despidos masivos de funcionarios clasificados como no esenciales si la paralización se prolonga.
«Esta Administración intenta intimidarnos, y no nos dejaremos», reiteró este sábado Jeffries, que ha sido blanco de las burlas y memes de Trump en redes sociales.
Por su parte, el líder de la mayoría republicana en el Senado, John Thune, reiteró este viernes – después de que fallaran dos propuestas presupuestarias de ambas bancadas- que este «caos de cierre gubernamental» es responsabilidad de los demócratas y resaltó que «el pueblo estadounidense está sufriendo las consecuencias».
Al menos 900.000 trabajadores federales han sido suspendidos de sus labores sin pago, mientras que otros 700.000 trabajan sin salario desde el miércoles 1 de octubre.
Servicios esenciales como los controladores aéreos y el personal de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) y la Seguridad Social continuarán funcionando.
La paralización federal también ha afectado a la publicación de indicadores económicos claves como los datos de empleo y el paro de septiembre, que debieron ser dados a conocer el viernes pasado.
El cierre federal podría también retrasar la difusión de las cifras de la balanza comercial estadounidense, prevista para el martes venidero, y las de inflación, el 15 de octubre, lo que complicaría el monitoreo económico de analistas y la Reserva Federal (Fed), a menos de un mes de su próxima reunión sobre tipos de cambio.