Tegucigalpa, 5 jun (EFE).- Los derechos humanos forman parte del «ADN» de la Unión Europea, afirmó este jueves a EFE la jefa de cooperación de la UE en Honduras, Cristina Marín, quien reconoció que en el país centroamericano aún «persisten desafíos», particularmente en el funcionamiento del Mecanismo Nacional de Protección.
“La Unión Europea tiene en su ADN los derechos humanos, tanto en su acción interna como en su política exterior”, subrayó Marín, antes de participar en el acto de clausura del Programa de Apoyo a los Derechos Humanos y la Democracia en Honduras (ProDerechos).
Recordó que el proyecto ProDerechos fue firmado en 2019, en medio de un «contexto bastante complejo» para los derechos humanos en Honduras, marcado por numerosos desafíos que la UE se propuso acompañar y enfrentar junto al país.
No obstante, el programa también arrancó en un escenario donde comenzaban a surgir oportunidades importantes, como la creación de la Secretaría de Derechos Humanos en 2018 y la apertura, en 2015, de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Honduras.
Un espacio de diálogo y fortalecimiento institucional

ProDerechos ha sido, según Marín, «un verdadero éxito» en la creación de espacios de diálogo multiactor entre instituciones del Estado, sociedad civil y sector privado, que en muchos casos se sentaron por primera vez a discutir temas «muy complejos».
Calificó a ProDerechos como el «programa bandera» de la Unión Europea en materia de derechos humanos en Honduras, con una inversión de 8 millones de euros (8,6 millones de dólares), que ha contribuido a la creación del Sistema Nacional de Protección para Defensores de Derechos Humanos, Periodistas y Operadores de Justicia, así como del Mecanismo Nacional de Protección.
Reconoció que la UE conoce «muy bien los desafíos» del Mecanismo Nacional de Protección y ha sido testigo de las dificultades que ha enfrentado. Aun así, destacó que uno de los aprendizajes clave ha sido entender que el fortalecimiento institucional —ya sea en capacidades o en marcos normativos— no es un objetivo que se cumple en una fecha determinada, sino un proceso continuo.
Además, subrayó que la iniciativa ha creado un espacio de diálogo «abierto, franco y libre» entre el sector privado, defensores de derechos humanos y la sociedad civil, como una herramienta para generar soluciones sostenibles.
ProDerechos ha sido «precursor de muchas iniciativas» que la UE desea seguir respaldando, mencionó Marín, quien dijo que en el país centroamericano «persisten algunos desafíos», como el financiamiento y el funcionamiento del Mecanismo Nacional de Protección.
Otro de los desafíos en Honduras es garantizar la continuidad del diálogo entre la empresa privada, los defensores de derechos humanos y el Gobierno, un proceso que la Unión Europea se propone seguir respaldando a través de su estrategia Global Gateway, señaló Marín.
Global Gateway, agregó, es una iniciativa con una «visión 360», que promueve inversiones responsables, guiadas por estándares sociales y ambientales «muy altos», y que aseguren el pleno respeto a los derechos humanos.
Marín concluyó anunciando que la UE continuará respaldando a Honduras en la defensa y promoción de los derechos humanos, y adelantó que entre los próximos objetivos está el financiamiento de nuevos proyectos enfocados en el diálogo multiactor en torno a obras de infraestructura, como represas multipropósito, así como la recuperación sostenible del lago de Yojoa, cuyo nombre en lengua lenca significa «agua acumulada».
