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Desarrollan un sensor que revela cómo funciona una proteína clave en la memoria

Imagen de microscopía con neuronas teñidas con marcadores estudiados en este trabajo. Imagen: Francisco Javier Díez Guerra/Centro de Biología Molecular (CBM) Severo Ochoa

Madrid, 3 oct (EFE).- Investigadores del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa han conseguido desarrollar un sensor biológico que permite monitorizar con gran sensibilidad una proteína que actúa como distribuidor de señales dentro de las células nerviosas y que está directamente relacionada con procesos tan importantes como la memoria, el aprendizaje y la salud del corazón.

Esa proteína (‘CaMKII’) es una enzima clave en la señalización celular, y aunque se encuentra en todo tipo de tejidos, se expresa sobre todo en el cerebro y en el corazón, ha precisado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en una nota de prensa difundida hoy.

En el caso de las neuronas, esa proteína actúa como interruptor molecular, que se activa como respuesta a un estímulo, lo que permite a las células responder a los cambios en su entorno y es clave en procesos como la plasticidad neuronal.

El trabajo, que ha sido desarrollado en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (centro mixto de la Universidad Autónoma de Madrid y el CSIC), permite a los científicos disponer de una herramienta para medir de manera precisa cómo trabaja esa proteína en condiciones reales, ya que permite obtener más sensibilidad y una imagen más clara y fiable de su actividad.

Esa nueva herramienta, descrita por los investigadores en la revista Analytical Chemistry, es un sensor biológico, es decir un dispositivo producido por las propias células.

El investigador Francisco Javier Díez Guerra, autor principal del estudio, ha destacado que el desarrollo responde a una necesidad real en la investigación biomédica: la de disponer de una herramienta sensible y fiable para cuantificar la actividad de esa proteína.

«Con ella podremos abordar preguntas clave en neurociencia y fisiopatología cardiovascular que hasta ahora resultaban inaccesibles”, ha asegurado el investigador.