Córdoba, 25 jun (EFE).- El Instituto de Agricultura Sostenible (IAS) del CSIC ha desarrollado un sistema automatizado de alerta temprana para la vulnerabilidad forestal, es decir, avisar de la mortalidad temprana de pinares y encinares.
El proyecto europeo, denominado Tread-Seguimiento de la resiliencia y evaluación temprana de perturbaciones, utiliza características funcionales y teledetección térmica, es capaz de informar de si existen pinares y encinares susceptibles de sufrir plagas, así como de los primeros síntomas en caso de enfermedad.
El investigador del CSIC en el IAS y coordinador del proyecto, Alberto Hornero, ha señalado en un comunicado que «el declive forestal causado por perturbaciones bióticas y abióticas –por ejemplo, microorganismos-, y no vivos, como el suelo o el agua, representa un grave riesgo para los ecosistemas y tiene devastadoras consecuencias económicas y ambientales».
«De ahí la importancia de la detección temprana de los síntomas de enfermedades, que es crucial para gestionar y mitigar la mortandad forestal mediante la silvicultura de precisión», indica Hornero.
Sin embargo, “el desarrollo de modelos de alerta temprana sigue siendo un desafío debido al limitado conocimiento de los cambios fisiológicos que afectan a los rasgos de las plantas bajo estrés”, ha indicado el coordinador del proyecto.
Ha señalado que los rasgos de las plantas «derivados de la teledetección han demostrado un gran potencial para cuantificar la estructura y la composición bioquímica de la vegetación, ofreciendo información sobre la susceptibilidad a las plagas y los síntomas iniciales de las enfermedades».
No obstante, sus respuestas específicas a diferentes factores de estrés «siguen siendo poco conocidas, al igual que la transferibilidad espacial y temporal de los modelos de detección, lo que limita su eficacia para predecir el declive forestal».
En concreto, Tread permitirá fijar valores fisiológicos y térmicos de referencia para árboles sanos y contrastarlos con trayectorias anómalas. De esta forma, prevé proporcionar indicadores objetivos y reproducibles que permitan actuar antes de que los daños sean irreversibles, reforzando así la resiliencia de los bosques mediterráneos y minimizando el impacto económico y ecológico de su decaimiento.
Más allá de los algoritmos, el proyecto pondrá en marcha una base de datos abierta con visualizador en línea que integrará observaciones de campo e imágenes aéreas y satelitales.
El proyecto, del que forman parte la Universidad de Córdoba y la organización privada de investigación portuguesa CoLAB ForestWISE, cuenta con financiación europea en cascada desde la European Forest Institute de Finlandia. La iniciativa se desarrollará a lo largo de los dos próximos años con un presupuesto que roza los 150.000 euros.