Descubren qué factores influyen en las estrategias de color para el camuflaje de animales

Imagen de archivo de 2019 de un pájaro "estaca" que se camufla en la rama de un árbol en la zona de Guápiles, en el Atlántico costarricense. EFE/Jeffrey Arguedas

Barcelona, 25 sep (EFE).- Un estudio internacional que ha contado con la participación de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y del Centro de Visión por Computador (CVC) revela qué factores influyen en las estrategias de color para el camuflaje o la advertencia antidepredación de los animales.

Este estudio, publicado por la revista Science, ha descubierto la importancia del contexto ecológico y las múltiples variables que hacen que sea evolutivamente más ventajoso para los animales optar por el camuflaje o las señales de advertencia.

La selección natural ha llevado en algunos animales a la evolución de dos estrategias de color alternativas para evitar la depredación: el uso de colores de camuflaje (coloración críptica) o de colores vivos para advertir de la peligrosidad de ser ingeridos (aposematismo).

La coexistencia de las dos estrategias demuestra que cada una puede ser adoptada en diferentes circunstancias, pero hasta ahora se desconocía qué es lo que favorece la evolución de la una sobre la otra.

Estrategias de camuflaje o de advertencia

Un experimento llevado a cabo en 21 países ha revelado que el contexto es crucial cuando se trata de disuadir a los depredadores y ha identificado el papel que tienen diversos factores a la hora de determinar si funciona mejor una estrategia de camuflaje o una de advertencia.

La investigación, que aparece en la portada de esta edición de la revista Science, ha sido liderada por los investigadores Iliana Medina, de la Universidad de Melbourne (Australia), y William Allen, de la Universidad de Swansea (Gales).

Además, entre los autores principales, figura a Olivier Penacchio, del departamento de ciencias de la computación de la UAB y del Centro de Visión por Computador (CVC).

En el experimento se usaron más de 15.000 polillas artificiales con tres patrones de colores diferentes: uno clásico de advertencia con naranja y negro, uno marrón apagado de camuflaje y uno atípico brillante con turquesa y negro.

Las presas artificiales, junto con gusanos de la harina como cebo, se fijaron en los árboles de los bosques y se supervisó cómo los consumían los depredadores aviarios silvestres.

Las presas adaptan el color en función de los depredadores

Según William Allen, «durante mucho tiempo los científicos nos hemos preguntado por qué algunos animales utilizan una estrategia de defensa en lugar de la otra, y la respuesta es complicada».

Resulta, explica, que «la comunidad de depredadores, la comunidad de presas y el hábitat influyen en ello y ayudan a explicar por qué vemos animales de colores camuflados y de advertencia en todo el mundo».

El estudio ha descubierto que la comunidad de depredadores (con factores como la diversidad y la densidad) es la variable que tiene mayor impacto sobre qué color de presa tiene más éxito para evitar la depredación.

Los resultados apoyan la idea de que cuando los depredadores compiten intensamente por la comida son más propensos a arriesgarse a atacar presas que pueden ser tóxicas o poco comestibles.

El camuflaje funciona mejor en zonas con mucha depredación

Pero ser críptico no siempre funciona y, en entornos luminosos, el experimento mostró que las presas camufladas eran más visibles que en ambientes más oscuros y sufrían más ataques que las presas con los colores de advertencia clásicos.

La familiaridad de los depredadores con las presas también es una variable importante: en lugares donde las presas crípticas eran abundantes, camuflarse era menos efectivo porque los depredadores eran mejores detectándolas.

En general, los resultados mostraron que hay múltiples mecanismos que determinan cuál es la estrategia más ventajosa en una circunstancia particular.

Las aportaciones científicas de la UAB y el CVC

El estudio ha contado con una aportación importante de la UAB y el CVC en el ámbito de la ecología sensorial y de la neurociencia visual computacional.

Olivier Penacchio explica que «para predecir y entender cómo de visibles serían las presas para los depredadores en cada contexto tuvimos que construir un modelo genérico de visión de las aves y aplicarlo a la base de datos de imágenes que generamos de los 21 entornos boscosos en los que hicimos el experimento».

Las predicciones computacionales fueron claves para validar las observaciones de campo, y los investigadores consideran que sus hallazgos ayudarán a comprender mejor la evolución y la distribución global de las estrategias de color contra la depredación más comunes en animales.