Barcelona, 6 ago (EFE).- Una investigación liderada por el Hospital de Sant Pau de Barcelona ha identificado una alteración clave en la captación y transporte de colesterol en las neuronas del cerebro en pacientes con la enfermedad del Alzheimer, lo que abre nuevas vías de intervención en el tratamiento de esta enfermedad.
La investigación ha sido realizada por el Instituto de Investigación Sant Pau (IR Sant Pau), el Servicio de Bioquímica Clínica del Hospital de Sant Pau y el Centro de Investigación Biomédica en Red de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERDEM) de Barcelona.
Las conclusiones de la investigación han sido publicadas en la revista Journal of Lipid Research y aportan nueva luz sobre el papel del metabolismo lipídico en la enfermedad de Alzheimer, además de abrir nuevas vías de estudio e intervención.
El colesterol en el cerebro es clave para el mantenimiento y función de las neuronas, y este estudio demuestra que la captación neuronal estaría alterada en la enfermedad de Alzheimer, lo que podría favorecer su degeneración.
Vinculan la variante genética APOE4 con la alteración
Los investigadores han identificado, en concreto, una alteración en la captación de colesterol por las neuronas en el Alzheimer relacionada con la variante genética APOE4.
Sugieren, en este sentido, que la variante genética APOE4, considerada como factor de riesgo genético para el Alzheimer, altera la eficiencia con la que las neuronas captan el colesterol necesario para funcionar, lo que podría favorecer su disfunción y degeneración.
Los resultados apuntan a que las lipoproteínas del líquido cefalorraquídeo de pacientes con enfermedad de Alzheimer tienen una capacidad reducida para suministrar colesterol a las neuronas.
Según explica la doctora Mireia Tondo, investigadora del IR Sant Pau que ha liderado el estudio, sabían «desde hace tiempo que las personas con la variante APOE4, sobre todo en forma homocigótica, tienen un riesgo muy elevado de desarrollar Alzheimer, pero hasta ahora no se conocía bien».
El estudio apunta a que uno de los factores que podría contribuir es que las neuronas, en presencia de esta variante, captan peor el colesterol que les llega por el líquido cefalorraquídeo.
El colesterol, esencial para la viabilidad neuronal
El colesterol es una molécula vital para el correcto funcionamiento de las neuronas, ya que interviene en la formación de membranas, en la transmisión sináptica y en la producción de mielina.
Pero a diferencia de otros órganos, el cerebro no recibe colesterol de la sangre, puesto que la barrera hematoencefálica lo impide.
«Todo el colesterol necesario se produce localmente -explica la doctora Tondo- y se almacena en unas partículas lipoprotéicas que lo transportan desde las células gliales hasta las neuronas».
«Si ese proceso falla -advierte-, la neurona puede no recibir los recursos estructurales y funcionales que necesita».
Análisis de muestras de líquido cefalorraquídeo
Los investigadores analizaron muestras de líquido cefalorraquídeo de diez pacientes con Alzheimer y diez personas sin enfermedad, procedentes de la cohorte SPIN (Sant Pau Initiative on Neurodegeneration), y evaluaron dos etapas del transporte lipídico cerebral.
La primera es la capacidad de los astrocitos de ceder colesterol al líquido cefalorraquídeo, y la segunda es la capacidad de las neuronas de captar este colesterol.
Los resultados mostraron que la liberación por parte de los astrocitos era similar en todos los participantes, pero que la captación neuronal estaba claramente comprometida en los pacientes con Alzheimer.
Ante este resultado, el equipo quiso entender si ese defecto podía estar relacionado con la genética, y se detectó que la mayoría de los pacientes de la muestra eran heterocigotos por la variante APOE4, y que la captación de colesterol era menor en ellos.
Por ello, el equipo investigador decidió ir más allá y crear nanopartículas lipoproteicas recombinantes, idénticas entre ellas pero con APOE3 o APOE4.
Las neuronas con APOE4 transfieren peor el colesterol
Según la doctora Tondo, «cuando las probamos en cultivos de neuronas, vimos que las que contenían APOE4 transferían el colesterol de forma mucho menos eficiente, y esto nos hizo pensar que esta variante podría tener un papel directo en la disfunción observada».
Otra investigadora del equipo, Carla Borràs, explica que «la entrega eficiente de colesterol en las neuronas es fundamental para su funcionamiento», y estos resultados «muestran que este proceso está comprometido en la enfermedad de Alzheimer, especialmente en presencia de la variante APOE4».
A modo de conclusión, la doctora Tondo puntualiza que es necesario ser prudentes: «este estudio no permite afirmar que el déficit de colesterol sea la causa directa de la enfermedad, pero sí que podría ser uno de los factores que contribuyen al daño neuronal».
En cualquier caso, subraya, «abre una línea muy interesante para explorar el metabolismo lipídico cerebral, especialmente en personas con riesgo genético».