Descubren una vasta nube molecular cerca del sistema solar que no se había visto antes

Los científicos han descubierto una nube potencialmente formadora de estrellas y la han llamado "Eos". Se trata de una de las estructuras individuales más grandes del cielo y una de las más cercanas al Sol y a la Tierra jamás detectadas. Fotografía facilitada por Thomas Müller (HdA/MPIA) y Thavisha Dharmawardena (NYU). EFE

Redacción Ciencia, 28 abr (EFE).- Un equipo internacional de científicos ha descubierto una nube potencialmente formadora de estrellas que es una de las mayores estructuras individuales del cielo y una de las más cercanas a la Tierra jamás detectadas, un hallazgo que podría redefinir la comprensión del medio interestelar.

La investigación, dirigida por la Universidad de Rutgers-New Brunswick (Estados Unidos), se ha publicado este lunes en la revista Nature Astronomy.

La enorme nube molecular de hidrógeno -invisible hasta ahora para los científicos-, ha sido bautizada “Eos”, en honor a la diosa griega del amanecer.

Es la primera vez que se detecta una nube molecular con luz emitida en el ultravioleta lejano del espectro electromagnético, lo que “abre la puerta a nuevas exploraciones con este método”, augura Blakesley Burkhart, del Departamento de Física y Astronomía de Rutgers, y director del estudio.

En las nubes moleculares -formadas por gas y polvo-, la molécula más común es el hidrógeno, componente fundamental de estrellas y planetas y esencial para la vida, y presente también en otras moléculas, como el monóxido de carbono.

Las nubes moleculares suelen detectarse con métodos convencionales, como observaciones de radio e infrarrojos, pero en este trabajo emplearon un enfoque diferente: la fluorescencia en el ultravioleta lejano.

“Esta nube brilla literalmente en la oscuridad”, destaca Burkhart, lo que puede ser “una oportunidad única” para estudiar las propiedades de una estructura dentro del medio interestelar.

El medio interestelar, compuesto de gas y polvo que llena el espacio entre las estrellas dentro de una galaxia, sirve como materia prima para la formación de nuevas estrellas.

“Cuando miramos a través de nuestros telescopios, captamos sistemas solares enteros en pleno proceso de formación, pero no sabemos con detalle cómo ocurre”, reconoce Burkhart.

“El descubrimiento de Eos es emocionante porque ahora podemos medir directamente cómo se forman y disocian las nubes moleculares, y cómo una galaxia comienza a transformar el gas y el polvo interestelar en estrellas y planetas”, dice.

Una técnica de detección diferente

La nube de gas en forma de media luna se encuentra a unos 300 años luz de la Tierra y se asienta en el borde de la Burbuja Local, una gran cavidad llena de gas en el espacio que abarca el sistema solar.

El equipo calcula que la proyección de Eos en el cielo es inmensa, mide unas 40 lunas y tiene una masa unas 3.400 veces superior a la del Sol.

“El uso de la técnica de emisión de fluorescencia en el ultravioleta lejano podría reescribir nuestra comprensión del medio interestelar, descubriendo nubes ocultas en toda la galaxia e incluso hasta los límites más lejanos detectables del amanecer cósmico”, según Thavisha Dharmawardena, becario Hubble de la NASA en la Universidad de Nueva York y primer autor del estudio.

Eos se reveló al equipo en los datos recogidos por un espectrógrafo del ultravioleta lejano llamado FIMS-SPEAR (acrónimo de fluorescent imaging spectrograph, espectrógrafo de imágenes fluorescentes) que funcionaba como instrumento en el satélite coreano STSAT-1.

Un espectrógrafo del ultravioleta lejano descompone la luz emitida por un material en las longitudes de onda que la componen, igual que hace un prisma con la luz visible, creando un espectro que los científicos pueden analizar.

En Eos predomina el hidrógeno molecular gaseoso, pero en su mayor parte es «CO-oscuro», es decir, no contiene gran cantidad de este material y no emite la firma característica detectada por los métodos convencionales, lo que explica por qué Eos no se ha descubierto hasta ahora.

Historia del cosmos

“La historia del cosmos es la historia de la reorganización de los átomos a lo largo de miles de millones de años”, explica Burkhart.

“El hidrógeno que se encuentra actualmente en la nube Eos ya existía en la época del Big Bang y acabó cayendo en nuestra galaxia y fusionándose cerca del Sol. Así que ha sido un largo viaje de 13.600 millones de años para estos átomos de hidrógeno”.

Eos es también el nombre de una misión espacial propuesta por la NASA que pretende ampliar el enfoque de la detección de hidrógeno molecular a mayores franjas de la galaxia para investigar los orígenes de las estrellas mediante el estudio de la evolución de las nubes moleculares.