Laura López
Madrid/Palma, 13 mar (EFE).- Cientos de personas han encontrado en los grandes aeropuertos de España como los de Madrid, Barcelona, Palma o Canarias un techo bajo el que pasar las noches tras haberse quedado en la calle por haber perdido el trabajo o depender de una ayuda social que no alcanza para alquilar una habitación.
El alrededor de medio millar de personas que vive en Barajas se ha convertido en un símbolo del problema del sinhogarismo en la capital pero, según ha comprobado EFE, esta realidad se extiende -y se ha agudizado en los últimos años- a otras provincias de España en las que los problemas para acceder a una vivienda son cada vez más evidentes.
650 euros de ayuda no llegan para una habitación en Palma

En el aeropuerto de Palma de Mallorca pasan la noche a diario 41 personas, según un recuento realizado en febrero por el Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales, y sus trabajadores han percibido un incremento en los últimos años, especialmente en invierno.
Uno de los residentes fijos es José Antonio, valenciano de unos 50 años, que asegura ser “feliz” durmiendo en el aparcamiento desde septiembre de 2023 y recibiendo 650 euros mensuales del Ingreso Mínimo Vital, que no son suficientes para pagar una habitación.
En 2024, Baleares fue la segunda provincia con los alquileres más caros, con una media de 1.598 euros al mes por inmueble, según el Observatorio del Alquiler, y el precio medio de una habitación en Palma supera los 500 euros, lo que ha obligado a vecinos a irse de las islas o a vivir en coches y caravanas.
Un problema al que se enfrenta estos días una pareja de palmesanos, que no quiere que se sepa su situación y esperan que esta sea temporal: “Llevamos cinco días y ya se me está haciendo eterno”, dice ella, con los ojos vidriosos.
El único lugar en el que resguardarse del frío en Madrid

El caso del aeropuerto de Barajas es el más llamativo, ya que allí pernoctan cada día cerca de 500 personas mientras que Aena, la Delegación del Gobierno, el Ayuntamiento de la capital y la Comunidad de Madrid discrepan sobre quién debe abordar el problema.
Uno de ellos es un vecino de Madrid de unos 60 años, parado de larga duración, que lleva más de un año pasando las noches en estas instalaciones porque la pequeña ayuda social que recibe no le llega para alquilar una habitación.
O Paloma, de 56 años, con doble nacionalidad -española y guineana- y residente en España desde hace más de 30 años, que también ha encontrado en el aeropuerto su refugio tras perder su trabajo como cuidadora de una persona mayor, que ingresó en una residencia.
Para Asen, búlgaro de 32 años, que se gana la vida tocando un instrumento de percusión en la calle, el aeropuerto es mejor opción que los albergues, donde “no hay plaza” y “te roban todo, sin que nadie se haga responsable de las pérdidas”.
Falta de coordinación entre administraciones en Barcelona
En el Josep Tarradellas Barcelona-El Prat pernoctan habitualmente unas 160 personas sin hogar, un problema que se arrastra desde hace tiempo y que se ha agravado en el último año.
A finales de febrero, en la semana previa al Mobile World Congress, un operativo solicitado por Aena y formado por Mossos d’Esquadra y guardias de seguridad desalojó a los sintecho alegando que había que acometer labores de limpieza.
El dispositivo despertó críticas de las ONG, que denunciaron la falta de alternativa habitacional, y puso de relieve la ausencia de coordinación entre administraciones.
Aena señaló que la atención de las personas vulnerables compete a los ayuntamientos -equipos de los consistorios del Prat y Barcelona participaron en el dispositivo- pero el alcalde de la ciudad condal, Jaume Collboni, aclaró que las instalaciones no son de su competencia ni están en su término municipal.
El aeropuerto de Gran Canaria, un “espacio seguro”
En los aeropuertos de Gran Canaria y de Tenerife Sur también pernoctan personas sin hogar, según fuentes de Aena, y los últimos datos del Ayuntamiento de Telde en Gran Canaria indican que en 2023 40 personas pasaban sus noches en el aeropuerto.
Este consistorio es el que atiende principalmente a los sintecho con sus servicios sociales, que evalúan la situación, escuchan a las personas y les facilitan ayuda sanitaria, de psiquiatría y, en el caso de los extranjeros, ayuda burocrática para volver a su país o que venga algún familiar a por ellos.
Según el consistorio, el perfil predominante en el aeropuerto de Gran Canaria es el de ciudadanos de la Unión Europea, generalmente de edad avanzada, que eligen esta instalación porque lo sienten como un espacio seguro.
Soluciones de emergencia para un problema crónico
Según los últimos datos del INE, relativos a 2022, en España viven 28.552 personas sin hogar, lo que se traduce en alrededor de 71 personas por cada 100.000 habitantes.
Para la onegé Hogar Sí lo que ocurre en los aeropuertos es síntoma de que el sistema de atención tradicional no sirve: faltan plazas en los recursos habilitados y estos muchas veces no se ajustan a las necesidades de los afectados.
Indican que un 40 % de las personas sin hogar llevan tres o más años en esta situación: “No estamos ante un problema de emergencia y en general, aunque ha habido importantes avances, le seguimos dando una respuesta de emergencia”, apunta Gonzalo Caro, de la entidad.
Sugieren evitar una solución “fácil”, como el desalojo, ya que esto solo “traslada” el problema a otro lugar, y abogan por garantizar un parque de vivienda asequible, a disposición de administraciones y entidades para llevar a cabo programas más eficaces