Madrid, 4 jul (EFE).- La Policía Nacional ha desmantelado una fabrica ilegal en Yuncler (Toledo) dedicada a producir pilas falsificadas para distribuirlas a grandes centros, algo que no consiguieron al haber interceptado todo el material en la mayor operación contra este tipo de falsificaciones que se conoce en España y en todo Europa.
El 28 de abril, día del apagón que afectó a toda España, esta organización vio la oportunidad de ponerse a fabricar de forma masiva todo tipo de pilas, con falsificaciones de alto nivel, hasta el punto de montar una cadena de producción de 3,5 millones de unidades, según ha explicado el inspector jefe de Delitos contra la Propiedad Intelectual e Industrial, José Luis Gómez Pidal.
Los agentes han detenido a cinco hombres y a una mujer, de origen asiático, en una nave de Yuncler (localidad situada en el norte de Toledo, próxima a la Comunidad de Madrid) como presuntos autores de un delito continuado contra la propiedad industrial.
Los seis se encuentran en libertad y la investigación sigue abierta, por lo que podría añadirse los delitos contra la salud pública y organización criminal.
En concreto, el grupo recibía las baterías falsas de Portugal y terminaba en tres naves la falsificación con dos cadenas de producción equipadas con maquinaria industrial de alta tecnología para el encamisado y empaquetado masivo de las pilas simulando marcas comerciales de gran prestigio.
Además de los 3,5 millones de pilas falsificadas, había 12 millones de cromos de manga, productos de tabaquería como librillos de papel de fumar y mecheros, así como la maquinaria para la producción de las falsificaciones.
Todo el trabajo era realizado por ciudadanos que residían en la propia nave y, para enmascarar la actividad, aprovechaban el movimiento propio de los polígonos industriales para normalizar el flujo de la comercialización de los productos falsificados.
Esta fábrica clandestina era capaz de fabricar hasta 30.000 pilas al día, las cuales podían ser comercializadas a un precio muy inferior a su valor de mercado en un breve período de tiempo.
El inspector jefe ha explicado que, antes de iniciar esta operación, llevaban tiempo investigando en la zona del polígono de Cobo Calleja de Fuenlabrada con las marcas falsificadas afectadas.
Las marcas habían detectado una reducción importante en la distribución de pilas y baterías, más aún a raíz del apagón, un hecho contradictorio con el aumento de la demanda social de estos productos, por lo que sospechaban.
En colaboración con la Brigada Provincial de Extranjería de la Jefatura Superior de Madrid, llegaron a tres naves en la localidad de Yucler en Toledo, dos de ellas habilitadas para la confección de la fase intermedia y final de pilas y otra nave más alejada con el cartonaje y serigrafía para poder empaquetar.
El inspector ha detallado que los riesgos asociación de estas baterías son múltiples, como la explosión o el cortocircuito de los aparatos en los que se utilicen y, aunque en apariencia son como las originales, su funcionamiento no lo es.