Salt (Girona), 12 mar (EFE).- El Ayuntamiento, los Servicios Territoriales de Interior de la Generalitat y la hija mayor del imán desahuciado en Salt (Girona) han desvinculado el problema de vivienda que afecta a esa familia de los altercados que han tenido lugar en las calles de este municipio.
Todas las partes han coincidido en que, a la concentración que se había convocado para protestar por el desalojo del matrimonio y ocho de sus nueve hijos, se sumaron de imprevisto unos encapuchados que fueron los que protagonizaron el lanzamiento de objetos contra la policía, daños a vehículos aparcados y destrozo de mobiliario urbano.
El alcalde, Jordi Viñas (ERC), ha concretado las afectaciones en la rotura del vidrio de un vehículo policial, de otros privados que había en la vía pública, de tres parquímetros, varias cámaras de videovigilancia y un docena de contenedores.
Viñas ha detallado que estaban preparados para recibir la concentración a las puertas del ayuntamiento, pero que aparecieron esos encapuchados, “que venían predispuestos a cometer actos vandálicos”.
“Lo separaría del desahucio”, ha insistido al ser preguntado sobre el desalojo, que se produjo inicialmente el pasado viernes y de nuevo el lunes tras romper los precintos policiales para regresar a la vivienda.
La familia, después de un proceso iniciado hace unos cinco años por impago de hipoteca, fue derivada el lunes a un hostal provisionalmente sin opción de acceso a un alquiler social por incumplir los criterios de vulnerabilidad, según ha detallado el alcalde.
En todo caso, Jordi Viñas separa el desahucio de los disturbios, convencido de que “aquí hay gente que se ha querido aprovechar para generar conflicto”.
En la misma línea se ha pronunciado el responsable del Departamento de Interior de la Generalitat en Girona, Eduard Adrobau, para quien “los actos vandálicos no están vinculados al desahucio” del imán, Kakilou Diawara.
Adrobau los atribuye también a los encapuchados que aparecieron y protagonizaron los disturbios y ha hecho un llamamiento a la calma, al tiempo que ha confirmado que se intensificará estos días el patrullaje para ofrecer a los ciudadanos una imagen de seguridad.
Respecto al comunicado del sindicato policial USPAC, que calificaba los sucesos de Salt de punta de iceberg, Adrobau ha calificado el texto de “falacia”.
La hija mayor del imán, Henda Diawara, de 26 años y la única de los nueve hermanos independizada, también ha desvinculado el desahucio de los altercados y ha alegado que su padre, de 70 años y que oficia en la mezquita los fines de semana, llegó a publicar un mensaje en redes en que reclamaba a la juventud que actuase de manera pacífica en las concentraciones.
Henda Diawara ha puntualizado que no conoce a ninguno de los que protagonizaron los altercados, mientras que el Sindicato de la Vivienda de Salt ha denunciado que Kakilou Diawara fue golpeado durante el desahucio y precisó de atención sanitaria.
Fuentes policiales han negado esa versión y han relatado que el hombre sufrió un ataque de ansiedad que requirió su traslado al Hospital Santa Caterina, con sede en Salt.
El matrimonio y sus hijos, cuatro de ellos menores de edad, están repartidos actualmente por casas de familiares y amigos.
Los altercados de la pasada noche se saldaron con la detención de seis personas y una agente policial herido.
