Detectan químicos eternos en 34 plantas de tratamiento de aguas de Japón

Imagen de archivo de una estación depuradora de aguas residuales. Investigadores de la Universidad japonesa de Kioto han detectado niveles potencialmente dañinos de químicos eternos en 34 de ellas es alrededor del país. EFE/Alberto Valdés

Tokio, 20 ago (EFE).- Investigadores de la Universidad japonesa de Kioto han detectado niveles potencialmente dañinos de PFAS, conocidos como químicos eternos, en el lodo de depuradoras de 34 plantas de tratamiento de aguas residuales alrededor del país, anunciaron este miércoles.

En casi todas las muestras se halló ácido perfluorooctanosulfónico (PFOS), un compuesto sintético perteneciente a la familia de estos químicos, las denominadas sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas, y que está regulado a nivel internacional por su potencial impacto en la salud humana y en el medio ambiente.

Las muestras analizadas detectaron 30 tipos distintos de PFAS en localizaciones seleccionadas desde la isla de Hokkaido, en el norte del archipiélago, hasta las islas de Okinawa, en el sudoeste.

El valor medio de contenido de PFOS hallado en el estudio fue de 5,1 nanogramos por gramo, siendo el valor más alto 69 nanogramos.

El análisis respalda la idea de que estos químicos, que solían vincularse a bases militares, se han extendido por todo el país.

Los PFAS hacen referencia a un grupo de más de 10.000 sustancias químicas sintéticas, entre ellos el PFOS y el ácido perfluorooctanoico (PFOA).

Conocidos como químicos eternos o permanentes (del inglés ‘forever chemicals’) por su alta resistencia a la degradación y su acumulación en el suelo y el agua como contaminantes ambientales, los PFAS se utilizan en productos como las espumas ignífugas o los revestimientos antiadherentes para utensilios de cocina.

«Existe la posibilidad de que el PFOS, que se teme que sea dañino para la salud, esté presenten en los lodos de depuradora en Japón de forma generalizada», según Kazuyuki Oshita, profesor asociado de la Universidad de Kioto y quien analizó las muestras.

Varios estudios recientes han revelado contaminación por PFAS en agua corriente, ríos y los alrededores de fábricas y bases militares estadounidenses y japonesas, lo que ha generado preocupación en la población ante las advertencias de los expertos sobre sus riegos.

De conformidad con el Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes, Japón prohíbe en principio la fabricación e importación de PFOS, PFOA y ácido perfluorohexanosulfónico (PFHxS), entre otros tipos de PFAS.

Este último estudio se realizó en un momento en el que el Ministerio de Agricultura busca duplicar el uso de fertilizantes derivados de lodos de depuradora para 2030 y el Gobierno central está interesado en aumentar la tasa de fertilizantes nacionales.

Pese a esta iniciativa de promoción, el Ejecutivo japonés no ha establecido valores límite de PFAS en subproductos de estos lodos.

Desde el ministerio aseguran que la cantidad de PFAS es extremadamente pequeña, a un nivel indetectable, y que no hay problema con el uso de estos fertilizantes, según los resultados de un estudio propio publicado el año pasado en el que se analizaron 86 muestras de dichos fertilizantes.

La regulación de PFAS está cobrando auge a nivel global.

La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos publicó en enero una evaluación preliminar de toxicidad para la salud humana relacionada con PFAS en lodos de depuradora usados en acondicionadores de suelo y fertilizantes, e indicó que incluso una concentración baja de estos químicos pueden representar un riesgo para la salud de los agricultores y los residentes de la zona.