Santander, 23 ago (EFE).- El ingeniero de sonido Hispavox José María Díaz Monzón, que durante décadas grabó algunos de los temas más escuchados del país con grupos y artistas de los 60, 70 y de la movida, asegura que esta compañía discográfica nació para «pintar de color una España que era en blanco y negro».
En una entrevista con EFE, Díaz Monzón explica que la movida madrileña es una época sociocultural que hoy en día los jóvenes miran con admiración porque «el romanticismo es natural en el ser humano» y siempre se dice que cualquier tiempo pasado fue mejor, «olvidando lo mal que se pasa e idealizando lo bueno».
«La movida forma parte de una España que sale del blanco y negro, empieza a pintarse con acuarelas, difuminado con colores pastel, hasta que de repente los artistas empiezan a cantar lo que quieren y como quieren. Entonces se empieza a pintar con brocha gorda y a color de verdad», explica este ingeniero.
Ese movimiento, asegura, fue una transición artística, igual que la transición política, y la movida representa en Madrid la transición social de una juventud que «buscaba olvidarse de la censura».
«España en los años 50 era blanco y negro en todos los aspectos y los creadores, cuyos ancestros eran gente de dinero y de buena posición, pretendían ni más ni menos que instalar en el país una industria discográfica, que no existía», señala.
Así, con la entrada del formato microsurco y el paso a la alta fidelidad, la empresa se convierte en la única de España en fabricar estos discos, que eran más baratos, y amplió sus estudios, su fábrica y conformó una industria discográfica en apenas 12 años.
Evolución de la industria
Díaz Monzón, que ha presentado su libro ‘Hispavox. El sonido de una época’ esta semana en Santander con motivo de la Feria del Disco, explica que antes la industria musical daba trabajo a fotógrafos, iluminadores, maquilladores o a las campaña de promoción, entre otras cosas.
Hoy en día, «gente sin mucho talento se aprovecha del sistema sin tener nada que decir», considera.
«Todo eso ha desaparecido y al desaparecer enriquece a una sola persona y empobrece toda una historia. Hoy día tú puedes hacer un vídeo viral haciendo una patochada. Antes era impensable eso», lamenta.
Este cambio en la industria, asegura, supone que muchos de los artistas actuales e ‘influencers’, se «aprovechan del momento y del sistema aunque casi nunca tiene nada que decir».
Punto de inflexión
A su parecer, hoy en día hacerse un hueco en la industria depende de «el momento oportuno, el lugar oportuno, el dinero oportuno o la imagen oportuna», mientras que antes todo era «más puntual y más estable».
«Las casas discográficas lo que hacían era buscar. Ahora se tiran al pueblo a ver qué cae. Y si pescas, pescas, y si no pescas, pues no pasa nada. Pero antes no. Antes había una industria detrás en la que había que prepararlo todo, con gente que sabía lo que hacía y había que pensar las cosas antes de gastar dinero porque las producciones costaban dinero», recuerda.
Díaz Monzón entiende que todas las tecnologías tienen «un nacimiento, un punto álgido y un decaimiento» y que actualmente la industria se encuentra en un punto de inflexión.
«Lo que ha cambiado es el soporte. Las plataformas son un salto tremendo desde el punto de vista tecnológico que repercute en la inmediatez, el abaratamiento de costes, la piratería y el hecho de que nadie controla», señala.