Diez años de la UCO contra la trata: más de 500 víctimas liberadas y más de 700 detenidos

Imagen de archivo de la desarticulación de una red dedicada a la explotación sexual de mujeres extranjeras en Murcia. EFE

Sagrario Ortega

Madrid, 5 jun (EFE).- Este mes se cumplen diez años de la creación de la Sección de Trata de Seres Humanos de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, un decenio en el que sus agentes han llevado a cabo 74 operaciones, han liberado a más de 500 víctimas, sobre todo de explotación sexual, y han detenido a más de 700 personas, la mayoría por trata con fines laborales.

Precisamente este jueves, la Sección celebra este décimo aniversario con un acto en una sede al que asistirán representantes de una veintena de oenegés con las que este grupo de la UCO colabora codo a codo en un objetivo común: rescatar a las víctimas de las garras de sus explotadores.

EFE ha repasado con los responsables de la Sección el trabajo de estos diez años, que comenzó en junio de 2015 con tan solo tres agentes, una cifra que ha ido aumentando progresivamente a lo largo de los años.

Sus responsables hacen un balance positivo de esta andadura, sobre todo porque han conseguido ayudar a más de 500 víctimas de trata laboral, de explotación sexual, de trata con fines delictivos y de matrimonios forzados.

Y lo han hecho no solo en España porque sus agentes han viajado a países como Colombia, Venezuela, Francia, Alemania o Nigeria para, en colaboración con las fuerzas de seguridad de esos Estados, culminar operaciones con el mejor resultado: liberar a las víctimas.

Una sección pionera

La Sección, cuyas investigaciones abarcan todo el territorio nacional, ha sido pionera en aplicar algunos procedimientos operativos para desmantelar las organizaciones criminales dedicadas a esos delitos.

Así, fue la primera unidad especializada en la lucha contra la trata en poner en marcha un Equipo Conjunto de Investigación (ECI) entre un país europeo y un tercero, en este caso Colombia.

Por primera vez también cinco policías de China viajaron a España para trabajar conjuntamente con la UCO y participar en los registros, la asistencia a las víctimas y otras pesquisas.

También la primera en introducir agentes encubiertos en operaciones de trata. Y de los pocos investigadores españoles que han viajado a Colombia para prestar declaración en un juicio por explotación sexual.

Colocar a la víctimas en el centro

Con la prioridad de situar a las víctimas en el centro de las operaciones, esta sección de la UCO se puso como objetivo llamar a las puertas de las ONG para que colaboraran con los investigadores.

Estos reconocen que los primeros años fueron «muy duros» en este sentido, pero una vez superada la «desconfianza» ante una unidad nueva, hoy esas organizaciones «casi forman parte de nuestro grupo de trabajo», como relata a EFE el jefe de la unidad.

Porque las primeras investigaciones de la Sección se iniciaron sin denuncias previas de las víctimas, todo lo contrario de lo que ocurre en la actualidad pues son ellas las que «llaman a nuestra puerta».

Quizá haya sido esta la mayor evolución en estos diez años, en la que ha tenido mucho que ver también el cambio de planteamiento en el trabajo. «Al principio, el objetivo prioritario era ir contra los delincuentes, pero ahora el apoyo a la víctima está en el centro de nuestras intervenciones», añade el investigador antes de resaltar la sensibilización interna en la Guardia Civil en esta materia.

Del boca a boca a las redes sociales y plataformas de internet

También en estos diez años los agentes han observado una evolución en la forma de captación de las víctimas, tanto con fines sexuales como laborales. Del «boca a boca» se ha pasado a las redes sociales y las plataformas de internet, por lo que dentro de la Sección se ha creado un grupo de cibertrata con especialistas en ciberpatrullaje.

En los diez años de vida de esta sección de la UCO se han producido además cambios en el origen de las víctimas de explotación sexual. Cuando empezó a trabajar, la mayoría eran rumanas, engañadas por el método del ‘lover boy’, consistente en ganarse su confianza simulando mantener una relación afectiva con las víctimas.

Años después, la mayoría eran mujeres nigerianas, captadas por los ritos de «vudú», y en la actualidad la procedencia de estas víctimas es Latinoamérica y, muy especialmente, Colombia.

En trata laboral, las víctimas proceden sobre todo de países del este de Europa y del norte de África.

Respecto a las organizaciones criminales, han pasado de controlar a muchas víctimas a reducir el número. Lo han hecho porque por cada víctima les pueden imputar un delito.

Las operaciones más destacadas

Entre las operaciones más destacadas en estos diez años, los responsables de la Sección citan la llamada Gavelo, que en 2016 puso al descubierto, con la ayuda de cinco agentes chinos, una red que trataba a mujeres chinas como pura mercancía.

Obligadas a ejercer la prostitución en pisos y karaokes, eran alojadas en sótanos insalubres, llenos de mugre, sin ventilación y casi sin luz, y vigiladas por un circuito interno de televisión.

Con 89 detenidos y 39 mujeres liberadas se saldó en 2018 la operación Nanga-Parbat, que acabó con una mafia nigeriana dedicada a la explotación de mujeres de ese país.

Entre las de trata laboral figura la llamada Bravos, por la que se desarticuló una red que explotaba a rumanos y búlgaros en la recolección de cítricos en Castellón, Valencia y Lleida.