La Paz, 14 jun (EFE).- La desigualdad en el mundo está creciendo «exponencialmente», por lo que es necesario impulsar cambios políticos y económicos para evitar la acumulación de la riqueza en manos de «superricos» y «oligarquías», dijo el director ejecutivo de Oxfam Internacional, Amitabh Behar, en una entrevista con EFE en Bolivia.

Behar señaló que el sistema económico tiene a los «súperricos» en la cúspide y son quienes «crean políticas estatales para conseguir influencias» orientadas «hacia sus propios intereses», en favor de los billonarios (trillonarios en inglés), las grandes compañías y los grandes países.
«La desigualdad no es inevitable, se trata de políticas y cambios políticos que pueden realizarse», afirmó.
El representante de la organización humanitaria Oxfam indicó que «es importante que comprendamos el sistema político y económico» basado en el extractivismo de la naturaleza y que permite que los ricos exploten a los países del sur «para que los países del norte se hagan más ricos».
Behar dijo que Estados Unidos «es el mejor ejemplo», puesto que «el presidente (Donald Trump) es un billonario y ha sido respaldado por el hombre más rico del mundo (Elon Musk)» y que ese país «han implementado políticas que reducen los impuestos a los ‘súperricos’ mientras las personas normales tienen menos acceso a la salud y otros servicios».
«Este (EE.UU.) es un ejemplo claro de cómo las oligarquías influyen en las políticas para mantener la supremacía de los billonarios», remarcó.
Behar se refirió a los recortes de EE.UU. a la ayuda para el desarrollo que «otros países también están siguiendo» y que, consideró, son reducciones que «van a amenazar la vida en lugares como África y Medio Oriente», puesto que son sitios en los que se necesitan esos apoyos para que la gente tenga una «vida con dignidad».
«En este momento todo el mundo es frágil, hemos visto un colapso del multiculturalismo, un colapso del consenso alrededor de los valores normativos de la democracia y la justicia. Yo diría que, en este momento, el mundo entero es frágil», enfatizó.
El director de Oxfam señaló que, aunque la desigualdad afecta a «todas las personas», se profundiza más cuando entran en juego variables de «género», «raza», «minorías» y «grupos marginados».
Behar hizo hincapié en formas «tangibles» para luchar contra la desigualdad, como la aplicación de impuestos a los ‘súperricos’ con sistemas tributarios progresivos, además de que los países continúen haciendo inversiones en servicios públicos y seguridad social para impulsar una «sociedad más equitativa».
Un tercer aspecto consiste en que «todo trabajador no solo reciba un salario estandarizado sino que tenga un salario de vida», en reconocimiento al esfuerzo prestado por su trabajo y que no sea solamente el que ha invertido quien genere más dinero.
A principios de año, Oxfam anticipó en un informe que surgirán al menos cinco billonarios en el próximo decenio, al tiempo que el número de personas en la pobreza permanece casi invariable desde 1990.
La ONG expuso también cómo, según datos de la revista Forbes y organismos como el Banco Mundial, la riqueza del grupo de los multimillonarios aumentó en 2 billones de dólares en 2024, a un ritmo tres veces más rápido que el año anterior.
Oxfam en ese informe también señaló que el 60 % de la riqueza de estas personas proviene «de herencias, poder monopólico o contactos de amiguismo», además de que «la riqueza extrema de los multimillonarios es en gran medida inmerecida».
Ante esto, Behar insistió en la necesidad de «reconocer» el sistema político y económico en el que vive el mundo y admitir que las personas están «frustradas» con las instituciones, por lo que pidió «conectar» con sus necesidades para generar los cambios.
El representante de Oxfam llegó a Bolivia para participar en el cierre del proyecto “Mujeres de Bolivia, tus derechos en el presupuesto”, destinado a ampliar la participación ciudadana.
Gabriel Romano Burgoa