Berlín, 14 abr (EFE).- La dirección del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), con sus copresidentes Lars Klingbeil y Saskia Esken al frente, defendió este lunes en Hannover (centro) el acuerdo logrado con los conservadores para formar Gobierno, que presentaron como la mejor alternativa para un país con una ultraderecha en auge.
A falta de pocas horas para que comenzara la votación de los afiliados del SPD, que deben dar su visto bueno al texto acordado con el bloque conservador que forman la Unión Cristianodemócrata (CDU) y la Unión Socialcristiana (CSU), Klingbeil subrayó la falta de alternativas para que el próximo Ejecutivo lo formen partidos del centro político.
“Si esto falla, habrá nuevas elecciones”, dijo Klingbeil a cuenta de un eventual fracaso del acuerdo de coalición que presentaron los responsables del SPD y la CDU/CSU, y antes de aludir al partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD).
Klingbeil, que colideró las negociaciones con los conservadores, evocó la posibilidad de que la CDU/CSU busque, si falla el acuerdo con el SPD, gobernar “en minoría” o con ayuda de AfD, una opción que, según destacó, ya apoyan algunos cristianodemócratas.
El copresidente del SPD aludió a los responsables de la CDU en el estado federado oriental de Sajonia y a Jens Spahn, exministro en tiempos de Ángela Merkel además de ser otro de los negociadores conservadores y alguien que, según subrayó Klingbeil, habla de “normalizar” a AfD en la política de Alemania.
El “peligro” de AfD

Esken, por su parte, definió a AfD como un partido “peligroso” y “antidemocrático”, algo por lo que, a su entender, las autoridades deberían contemplar la posibilidad de prohibirlo.
“Lo votaron democráticamente pero hace tiempo que dejó de ser democrático”, señaló Esken al aludir a AfD, que quedó en segunda posición en las pasadas elecciones generales del 23 de febrero con un 20,8 % de los votos.
AfD sólo fue superada en esa cita con las urnas por la CDU/CSU (28,6 %).
AfD está investigada en varios estados federados por la Oficina Federal para la Protección de la Constitución -nombre de los servicios de inteligencia del Ministerio del Interior- dado que está bajo sospecha de ser extremista de derechas.
Sondeos recientes, como el que publicaba el diario ‘Bild’ el fin de semana, señalaron que AfD contaría con un apoyo del electorado del 24,5 %, muy cerca del 25,5 % atribuido a la CDU/CSU, mientras que al SPD se concede un 16 %, menos que el 16,4 % que los socialdemócratas lograron en las pasadas elecciones generales.
Klingbeil y Esken estuvieron este lunes acompañados en Hannover por la plana mayor del SPD, incluidos, entre otros, el secretario general, Matthias Miersch, y varios ministros en funciones como Boris Pistorius, el titular de Defensa, o Hubertus Heil, responsable de Trabajo y Asuntos Sociales.
Un acuerdo para defender y fortalecer la democracia
Pistorius también aludió a AfD durante la defensa que hizo ante los afiliados del acuerdo del SPD con los conservadores, y apeló a “defender la democracia”, algo que destacó como una “responsabilidad histórica”.
“La República de Weimar no cayó por lo fuerte que eran sus enemigos, sino por la debilidad de los demócratas”, apuntó Pistorius, que hizo referencia al régimen democrático que cesó de existir en el ascenso del partido nacionalsocialista.
En esta línea, Stephan Weil, primer ministro del estado federado de Baja Sajonia, donde se encuentra Hannover, señaló que, de conseguir el acuerdo el apoyo de los socialdemócratas y poder forjarse una coalición de Gobierno con la CDU/CSU, los partidos del Ejecutivo tendrán la oportunidad de “fortalecer la democracia” ante el auge de AfD.
“Tenemos cuatro años para fortalecer nuestra democracia. Esto es lo decisivo”, afirmó Weil.
Escepticismo joven en el SPD
Los responsables del SPD apelaron al peligro de un futuro sin gobierno de coalición con los conservadores en un contexto en el que se han alzado las voces de la organización juvenil del partido (Jusos) en contra del contenido del acuerdo, un documento de 144 páginas.
En JUSOS, que representan a unos 70.000 afiliados, critican que el acuerdo va en la “dirección equivocada” en materia de inmigración, asilo y política social, y también ven insuficiente el contenido en lo que respecta a la política fiscal.
El SPD cuenta con 358.322 afiliados, que tienen hasta el próximo 29 de abril para participar en una votación en la que, para dar luz verde al texto acordado, debe haber un apoyo mayoritario y una participación de más del 20 %.
Además del escepticismo de Jusos, quedan ámbitos en los que el acuerdo parece cuestionado.
Jubilaciones, salario mínimo, política social e impuestos son ámbitos en los que CDU/CSU y SPD aún tienen que precisar “reformas con más detalle” o “han anunciado que organizarán comisiones” para afinar iniciativas, según el diario ‘Handelsblatt’.