Dos activistas extremeñas inician una huelga de hambre en solidaridad con Palestina

Las activistas extremeñas Ana Pozo e Izaskun Moral han iniciado una huelga de hambre junto a la sede de la Asamblea regional en Mérida ante la "pasividad" de la comunidad internacional frente al "genocidio" que el Estado de Israel está cometiendo contra el pueblo palestino. EFE/Jero Morales

Mérida, 25 ago (EFE).- Las activistas extremeñas Ana Pozo e Izaskun Moral han iniciado una huelga de hambre junto a la sede de la Asamblea regional en Mérida ante la «pasividad» de la comunidad internacional frente al «genocidio» que el Estado de Israel está cometiendo contra el pueblo palestino.

Las dos activistas, que pertenecen a colectivos regionales, estatales e internacionales de apoyo a Palestina, comenzaron el pasado sábado, 23 de agosto, una huelga de hambre pública y pacífica como forma de protesta y solidaridad con el pueblo palestino.

«Ponemos nuestro cuerpo y nuestra alma con quienes están resistiendo un asedio que mata de hambre», afirman Pozo y Moral, quienes con este gesto quieren denunciar «el asedio y el bloqueo de alimentos y ayuda humanitaria que Israel impone sobre Gaza desde el 29 de octubre de 2023, intensificado de forma dramática el pasado 2 de marzo de 2025».

Esta política, lamentan, está provocando la muerte por hambre y enfermedades de miles de personas, especialmente entre la infancia y la población mayor.

El Derecho Internacional Humanitario prohíbe explícitamente el uso del hambre como arma de guerra, por lo que con esta huelga de hambre las dos activistas «pretenden aumentar la presión internacional para detener el genocidio y exigir el fin del asedio», así como recordar la urgencia de permitir la entrada inmediata de ayuda humanitaria en Gaza.

En este contexto, hacen un llamamiento a la sociedad civil a movilizarse y proponen varias formas de participación activa en aras de frenar este crimen contra la humanidad.

Entre ellas, mencionan el boicot a productos israelíes pues «muchas empresas, tanto israelíes como multinacionales, son cómplices directas o indirectas de las violaciones del derecho internacional», así como la participación en movilizaciones: concentraciones, manifestaciones y actos convocados por colectivos que luchan por el fin de la guerra y la liberación del pueblo palestino.

Exigir a representantes públicos que condenen abiertamente los crímenes de guerra, rompan relaciones diplomáticas y comerciales con Israel, y decreten un embargo militar inmediato es otra forma de participación activa.

También invitan a apoyar iniciativas internacionales como el Movimiento Global a Gaza (GMTG), que busca romper el bloqueo israelí y visibilizar la crisis humanitaria, o la Global Sumud Flotilla, una misión pacífica que partirá el 31 de agosto desde puertos mediterráneos para desafiar el cerco ilegal a Gaza.

«Movimiento que necesita de tu apoyo tanto si decides embarcarte como si lo haces desde tierra formando parte de las iniciativas locales y asambleas de los territorios», concluyen.