Madrid, 23 jun (EFE).- Aunque la calidad del aire en España mostró una ligera mejora en 2024 respecto a 2023, un 63,7 % de la población española respiró el año pasado aire contaminado superando los umbrales recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y, en gran medida, también los nuevos límites legales fijados por la Unión Europea.
Los niveles de contaminación por partículas respirables (PM10 y PM2,5), dióxido de nitrógeno (NO₂) y ozono troposférico siguen superando los umbrales recomendados, según el informe ‘La calidad del aire en el Estado español durante 2024’, presentado este lunes por Ecologistas en Acción.
La organización ecologista advierte de que, aunque no se han alcanzado las altas concentraciones registradas antes de la pandemia de COVID-19, el reto para las administraciones públicas es «considerable» e incide en la urgencia de adoptar medidas efectivas que alineen la política ambiental española con las exigencias europeas para proteger la salud pública.
Valores legales
El informe utiliza como referencia los nuevos valores legales recogidos en la Directiva europea 2024/2881 que deberán alcanzarse para 2030 y analiza las mediciones de 790 estaciones de control de la contaminación repartidas por todo el país, además de los datos disponibles de los principales aeropuertos y puertos nacionales.
De acuerdo con esos umbrales, 31 millones de personas —dos de cada tres— respiraron aire contaminado en 2024, lo que refleja «la magnitud del reto al que se enfrentan las administraciones para mejorar la calidad del aire y alinearse con la nueva legislación», según la organización.
Si se considera la normativa todavía vigente, menos exigente, la población afectada por niveles ilegales de contaminación fue de 8,4 millones de personas y las zonas más perjudicadas se situaron en Canarias, la Comunidad de Madrid, el interior de Cataluña, Castilla-La Mancha, Castilla y León y algunos puntos concretos de Andalucía, como el municipio jienense de Villanueva del Arzobispo.
Si se atiende a los valores recomendados por la OMS, mucho más estrictos que los límites legales -tanto los antiguos como los nuevos-, y al objetivo a largo plazo para proteger la vegetación de la UE, el aire contaminado afectó en 2024 a la totalidad de la población española y a un 81 % del territorio: unos 410.000 kilómetros cuadrados, según el informe.
Mejoras
Durante 2024 la calidad del aire en España «ha mejorado respecto a 2023 y los años anteriores a la COVID-19», lo que la organización ecologista atribuye a «la evolución reciente del sistema energético».
Aunque la combustión de petróleo recuperó el año pasado los niveles previos a la pandemia, se redujo el consumo de gas y las fuentes renovables cubrieron el 57 % de la demanda eléctrica, «limitando las emisiones de las centrales térmicas, en especial las de carbón que son las más contaminantes».
De acuerdo con el documento, la principal fuente de contaminación en las áreas urbanas -donde se concentra la mayor parte de la población- es el tráfico motorizado, mientras que «en determinadas áreas fabriles y en el entorno de las grandes centrales termoeléctricas son estas fuentes industriales las que condicionan de manera decisiva la calidad del aire, además de la repercusión del transporte aéreo y marítimo».
Lugares especialmente afectados
Canarias presentó la peor situación del Estado por contaminación con partículas PM10 al acumular 1.640 superaciones del umbral de alerta y, en el caso del ozono troposférico, el contaminante más extendido, la Comunidad de Madrid registró 290 superaciones del umbral de información.
También se detectaron seis episodios por encima del umbral de alerta en Puertollano (Ciudad Real) y en el puerto de Tarragona.
Ecologistas en Acción recuerda que los planes de mejora de la calidad del aire son obligatorios por ley y denuncia que varias comunidades autónomas aún no los han aprobado, pero la organización confía en que la nueva directiva europea obligue a aplicar medidas eficaces para cumplir sin más retrasos los límites legales para 2030.
