Madrid, 29 jul (EFE).- La Policía Nacional ha detenido a dos jóvenes de 27 y 29 años que llevaban más de 10 kilos de marihuana en un coche de alta gama tras una persecución en el barrio madrileño de Moratalaz que terminó con un choque del vehículo contra un autobús.
Según ha informado este martes la Jefatura Superior de Policía de Madrid los hechos ocurrieron el pasado día 23, cuando los agentes detectaron un comportamiento sospechoso de estos jóvenes que llevaban por la calle dos grandes bolsas de basura y las metieron con mucha prisa en un coche de alta gama.
Salieron a gran velocidad con una conducción muy agresiva y cuando los agentes les dieron el alto en un semáforo se inició una persecución que terminó con la colisión con el autobús.
Los agentes localizaron en los asientos traseros del vehículo las dos bolsas grandes de basura con cogollos de marihuana envasados al vacío y más de 700 euros en billetes.
Se da la circunstancia de que dos días antes la Policía Nacional desmanteló en una operación paralela dos narcopisos de un mismo edificio de este mismo barrio de la capital, en uno de los cuales detuvo a una mujer española de 47 años.
Las investigaciones comenzaron en el primer trimestre de este año, cuando los agentes tuvieron conocimiento de la existencia de una plantación de marihuana en dos pisos tipo dúplex alertados por el fuerte olor que se percibía desde el portal.
Además detectaron que las ventanas de ambos pisos estaban totalmente cubiertas con aislante opaco y habían manipulado los contadores de la luz.
El pasado día 21 los agentes registraron de manera simultánea los dos pisos y localizaron en uno de ellos una caja fuerte escondida en el hueco que deja la escalera para subir a la planta superior.
En el interior de la caja se incautaron siete paquetes prensados que contenían heroína de aproximadamente 500 gramos cada uno.
Además hallaron otros dos paquetes de las mismas características ocultos en el sofá, con un total de más de 4 kilos de droga.
Al acceder a la planta superior comprobaron que dos de las habitaciones habían sido adaptadas y acondicionadas para albergar una plantación con los útiles propios de inicio del cultivo como macetas, tierra, fertilizantes, transformadores de luz, filtros y luminarias.
En la segunda vivienda los agentes hallaron en la primera planta un trastero con 60 macetas vacías, ocho bolsas con tierra de cultivo y signos de la existencia previa de una plantación, con residuos aún en el suelo del corte de las plantas, hallándose varios tallos y restos de hojas.
En la planta superior de esta vivienda se localizaron tres habitaciones, dos de las cuales habían sido habilitadas con una gran infraestructura apta para comenzar con el cultivo y provistas de equipos de luminarias, transformadores, filtros y aire acondicionado, preparadas con macetas y tierra, a la espera de comenzar la siembra.