Roma, 22 ago (EFE).- El expresidente del Banco Central Europeo (BCE) Mario Draghi avisó este viernes desde la ciudad italiana de Rímini (norte) que la Unión Europea (UE) ha visto «evaporarse» la «ilusión» de que el poder comercial, como potencia de consumidores, conlleva peso geopolítico en el mundo, también ante Estados Unidos.
«Durante años, la UE ha creído que su dimensión económica, con 450 millones de consumidores, le daba poder geopolítico en las relaciones comerciales internacionales. Este año será recordado como aquel en que esa percepción se evaporó», empezó ante el tradicional foro de ‘Encuentro para la amistad entre los pueblos’ en Rimini.
El economista y exprimer ministro italiano lamentó que la UE «ha tenido que resignarse a los aranceles impuestos por su principal y más antiguo aliado», los Estados Unidos, así como se ha visto «empujada» a aumentar el gasto militar para su defensa.
Esto a pesar del rol «marginal» que, a su parecer, el bloque comunitario ha tenido en las negociaciones para la paz en Ucrania.
«Pese a haber realizado la mayor contribución financiera a la guerra en Ucrania y de tener un interés crucial en una paz justa, la Unión Europea ha tenido hasta ahora un papel limitado en las negociaciones de paz», subrayó.
Por otro lado, advirtió que China «ha apoyado abiertamente el esfuerzo bélico de Rusia» en su invasión del territorio ucraniano y ha «expandido su capacidad industrial» para «dar la vuelta al exceso de producción en Europa», sobre todo ahora que el mercado estadounidense está «limitado» por los aranceles de Donald Trump.
«Europa ha sido una espectadora también cuando los sitios nucleares iraníes eran bombardeados y cuando la masacre de Gaza se intensificaba», denunció, suscitando el aplauso del público.
Estos escenarios, a su juicio, ha demostrado que «la dimensión económica» de la UE no asegurara «por sí sola» una fuerza geopolítica y avisó del creciente escepticismo entre los ciudadanos.
«No es sorprendente que el escepticismo ante Europa haya alcanzado nuevos picos. Pero es importante preocuparse por cuál es el motivo», dijo.
Draghi consideró que los europeos no dudan de los valores sobre los que la UE se fundó, como la democracia, la paz, la libertad o la independencia.
Sino que el creciente euroescepticismo nace, subrayó, de su presunta incapacidad de protegerlos firmemente.
«Creo más bien que el escepticismo concierne a la capacidad de la Unión Europea de proteger estos valores. Esto es en parte comprensible. Los modelos de organización política, especialmente los supranacionales, surgen para resolver los problemas de su tiempo. Cuando estos cambian tanto que hacen frágil y vulnerable la organización preexistente, esta debe evolucionar», reflexionó.
El economista explicó que la UE fue creada tras la Segunda Guerra Mundial porque en la primera mitad del siglo XX los modelos de organización política, los estado nación, en muchos países habían «completamente fracasado en el deber de defender sus valores».
La UE, defendió Draghi, considerado el defensor de la moneda única en 2012 de los envites de la crisis, representó por entonces una solución a la tendencia europea de «deslizarse hacia el conflicto».
Por eso, terminó con una advertencia, alegando el papel del bloque comunitario para garantizar la paz en el continente.
«La Unión Europea representó una evolución que respondía al problema más urgente de esa época: la tendencia de Europa a deslizarse hacia el conflicto. Y es insostenible argumentar que estaríamos mejor sin ella», concluyó.